Baleares derribará hoteles antiguos con dinero de la ecotasa para ganar zonas verdes y vivienda pública
Prohens destina 15 millones del impuesto turístico a transformar áreas saturadas en espacios verdes y viviendas sociales para «mejorar la vida de los residentes»
Baleares prohíbe nuevos alquileres turísticos en edificios plurifamiliares en todos los municipios
Palma
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Iniciar sesiónEl impuesto de turismo sostenible que abonan los visitantes de Baleares al alojarse en hoteles y apartamentos se destinará a la compra y demolición de alojamientos turísticos en mal estado, con el objetivo de recuperar ese suelo para usos sociales.
El Gobierno balear de Marga ... Prohens dedicará por primera vez fondos de la llamada ecotasa a adquirir y derribar negocios turísticos obsoletos o degradados para liberar espacio, especialmente en zonas costeras saturadas. El plan, dotado con 15 millones de euros, permitirá a los ayuntamientos transformar esos terrenos en parques, centros de salud, viviendas protegidas o equipamientos educativos.
La convocatoria, que se aprobará este viernes en el Consell de Govern, establece que los consistorios tendrán cuatro meses para presentar proyectos valorados en al menos 500.000 euros. Las ayudas cubrirán hasta el 100% del gasto y no habrá límite de propuestas por municipio. Si los fondos no se agotan en esta primera fase, se habilitará un plazo extraordinario para nuevos proyectos. El Ejecutivo prevé mantener esta línea en próximos ejercicios, combinando recursos propios con fondos estatales y europeos.
«Queremos reducir la presión en los espacios más tensionados, liberando suelo para crear nuevos espacios verdes y servicios públicos que mejoren la calidad de vida de los residentes», defendió el conseller de Turismo, Jaume Bauzà. «Se trata de devolver territorio a los ciudadanos y de hacer compatible el turismo con el bienestar de los residentes», añadió.
No basta con cambiar el uso
El Gobierno regional justifica esta medida como una vía para «esponjar» zonas urbanas y litorales donde el turismo ha sobrepasado la capacidad de carga. El objetivo es reconvertir el uso del suelo turístico, actualmente infrautilizado o degradado, y reorientarlo hacia las necesidades de la población local. La iniciativa toma como referencia una experiencia piloto financiada con fondos europeos, que actuó en solares de Calvià, Manacor y Sant Antoni, aunque sólo uno de los edificios ha sido demolido hasta la fecha.
El director general de Turismo, Josep Aloy, subrayó que estas ayudas recuperan políticas de reconversión ya ensayadas en los años 90 y advirtió que hay zonas donde «no basta con cambiar el uso». «Algunas necesitan respiración a través de la Goma-2», dijo con ironía, en alusión al tipo de explosivo que se emplea en demoliciones.
El programa se articula en cinco ejes estratégicos: reducir plazas turísticas para aliviar la presión sobre infraestructuras y recursos naturales; recuperar suelos degradados por la actividad turística; fomentar espacios de economía social; impulsar medidas de adaptación al cambio climático como corredores verdes y zonas de sombra; y, sobre todo, liberar suelo para usos públicos en zonas saturadas.
Recupera el espíritu de la ecotasa
El fondo de la ecotasa vuelve así a priorizar objetivos medioambientales y sociales. La medida marca distancia con la anterior gestión socialista, cuando la socialista Francina Armengol, destinó parte de esos fondos a acciones de promoción turística, como el patrocinio del concierto de Los 40 Music Awards en 2021, por valor de 580.000 euros. La decisión fue duramente criticada por organizaciones ecologistas, partidos políticos y sectores del turismo, que denunciaron una desviación del propósito original del impuesto.
Ahora, el Ejecutivo de Marga Prohens apuesta por un modelo turístico que quiere «crecer en valor» y no en número. Una línea que coincide con el reciente decreto de contención turística aprobado por el Parlamento balear, que prohíbe nuevas plazas en pisos turísticos, endurece las sanciones a la oferta ilegal (hasta 500.000 euros) y promueve la reconversión de zonas maduras.
Según el ejecutivo regional, este nuevo uso del ITS representa «un paso decisivo» en la transición de Baleares hacia un modelo que priorice la sostenibilidad económica, social y ambiental, minimice los efectos adversos sobre los residentes y refuerce la competitividad del destino a largo plazo.
El anuncio llega en un momento de creciente tensión social por la saturación turística. En los últimos meses se han producido ataques vandálicos contra la sede de la Conselleria de Turismo y del PP balear, en un clima de creciente turismofobia. El sector hotelero ha respondido esta semana con una campaña para dar la bienvenida a los visitantes y frenar el rechazo, que empieza a hacer mella en los mercados emisores.
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