Armengol utiliza el Congreso y una entrevista con niños con motivo del Día de la Constitución para arremeter contra el Govern balear

«Ha sido un placer recibir en el Congreso a Sol, Àngela, Moira i Ada…», ha escrito la presidenta del Congreso en sus redes, explicando que había conversado con estos menores sobre turismo, salud, lengua, migración y vivienda. En ese mismo mensaje, Armengol insiste en la «necesidad urgente de políticas de vivienda efectivas» en Baleares, y critica con dureza las medidas adoptadas por el actual Ejecutivo autonómico.

Durante la entrevista, la socialista acusó al Govern de Prohens de estar «destrozando, y lo digo con todas las letras, nuestro sistema de salud pública», con «listas de espera insoportables» y le acusa de ser un «mal gobierno». Llega incluso a afirmar que el PP balear «se ha sumado a la negación del cambio climático para aprobar sus presupuestos», algo que tampoco se ajusta a la realidad. En materia de vivienda —su reproche central— acusó al Ejecutivo autonómico de querer «construir en rústico», de no entregar las viviendas públicas impulsadas por el anterior Govern y de negarse a aplicar la ley estatal que topa el precio del alquiler.

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Armengol evitó, sin embargo, mencionar que mantiene bloqueada la tramitación de más de 70 leyes en el Congreso o que sigue bajo el foco de la UCO por la trama de las mascarillas, aspectos que los populares consideran incompatibles con su pretensión de dar lecciones de gestión institucional.

La respuesta en las filas populares, tanto desde Madrid como desde Baleares, no ha tardado en llegar. El portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, el ibicenco José Vicente Marí Bosó ha calificado de «vergonzoso» que la presidenta del Congreso use «de forma tan grosera» la institución para hacer oposición autonómica «al gobierno que perdió» y añade: «En fin, este es el nivel del sanchismo más patético». Por su parte, el diputado Jordi López lamenta que Armengol «vuelva a demostrar que no está a la altura de su cargo» y que «la clase y el saber estar se tienen o no se tienen, y ella no los tiene».

El portavoz popular en el Parlamento balear, Sebastià Sagreras, ha sido aún más contundente: «Es la peor presidenta de la historia de las Islas Baleares. Casi diez mentiras en un minuto, y delante de niñas». Para Sagreras, Armengol es «una expresidenta que no sabe estar, envidiosa, rabiosa y aún perdida dos años y medio después».

El episodio reaviva el debate sobre los límites institucionales de la Presidencia del Congreso, cuyo mandato exige una escrupulosa neutralidad que, a juicio de la oposición, Armengol vuelve a vulnerar ahora incluso amplificando ella misma sus declaraciones desde sus redes oficiales y utilizando a menores de edad.