La baja de Ione Belarra obliga a Irene Montero y Yolanda Díaz a entenderse tras meses sin hablar

En el partido asumen «con normalidad» la ausencia de Belarra de cara a las próximas semanas, que coinciden además con un momento determinante para el futuro de Podemos. «Todo estará convenientemente cubierto y ella estará informada», explican a ABC fuentes de su ministerio.

A pesar de la tensión que existe entre Díaz y Podemos por el futuro peso del partido en su proyecto político -la vicepresidenta quiere que sea el menor posible-, Belarra y ella abordaban las cuestiones gubernamentales con relativa normalidad.

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No obstante, la baja de la ministra fuerza ahora a que Montero y Díaz tengan que explorar su frágil relación para coordinar el espacio en cuestiones como la del Poder Judicial. Al menos en lo que a este tipo de reuniones presenciales se refiere, porque Belarra seguirá supervisando la acción del partido y del Gobierno y en contacto con Díaz siempre que sea necesario. Eso sí, serán sus segundos en Podemos y en Derechos Sociales quienes asuman la carga de sus trabajos en el día a día.

Irene Montero, ministra de Igualdad y secretaria de Acción de Gobierno de Podemos, y Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y secretario de Economía del partido. Los dos hacen terna con Lilith Verstrynge, secretaria de Estado para la Agenda 2030, que es también secretaria de Organización de la formación y está muy centrada en el proceso de primarias para el año electoral.

Como ocurrió durante la ausencia de Pablo Iglesias, ex secretario general de Podemos, en su baja de paternidad, Montero asumirá el liderazgo orgánico y del Consejo de Coordinación, la dirección ejecutiva de Podemos, como número dos. Por su parte, Álvarez, que es el número dos de Belarra en el departamento de Derechos Sociales, será el que se encargue de las negociaciones pendientes de la ministra en el Gobierno.

Estos relevos naturales priorizan lo práctico. La interlocución de Álvarez y Díaz limita los contactos de ésta con Montero. La vicepresidenta y el secretario de Estado tienen afinidad y una buena relación de confianza. Un canal menos viciado que el de ellas. Fuentes de Unidas Podemos admiten a este diario que la relación entre Díaz y Montero está muy deteriorada y que el entendimiento es más complicado.

De hecho, llevaban meses sin hablar hasta que hace dos semanas la vicepresidenta empezó a citar a los líderes de Unidas Podemos para coordinar la negociación de la renovación del CGPJ y trasladar la información que el PSOE le transmite de sus conversaciones con el Partido Popular.

Las fuertes presiones de Iglesias por el futuro de Podemos en el proyecto político de Díaz enfriaron la relación entre ellos y la situación repercutió en el partido y en Montero, claro, que es la pareja del exvicepresidente.

ABC informó en su momento de que el acto de Valencia de hace casi un año -germen de lo que hoy es Sumar- fue un antes y un después en la relación de la vicepresidenta segunda y el partido morado.

En la dirección de Podemos sentó fatal que sus líderes, Ione Belarra e Irene Montero, no estuvieran invitadas a aquel evento, a pesar de que era un encuentro que reunía a mujeres políticas de la izquierda.

Aquel acto lo organizó Mónica Oltra, líder de Compromís. Pero Iglesias le trasladó entonces su malestar a Díaz, enturbiando así todas las relaciones. Llegando incluso a un punto de no retorno después de esta y otras disputas políticas de las que el exvicepresidente la responsabilizó.

Podemos afrontará sin la presencia de Belarra la Universidad de Otoño, un evento de encuentro con la militancia, donde se busca rearmarse ideológicamente y que se celebrará la primera semana de noviembre. Aunque la idea es que se ausente solo unas semanas, tendrá que seguir por remoto las últimas conversaciones sobre los Presupuestos Generales de 2023.

Y también los avances sobre el CGPJ y la Ley de Familias y la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, porque el compromiso del PSOE es que llegue al Consejo de Ministros en octubre. O qué pasa con la ley de Vivienda, que todo apunta que quedará bloqueada en el Congreso.

Los próximos meses son sumamente importantes para Podemos, que se encuentra en pleno proceso de primarias para las elecciones autonómicas, municipales.

El peso que logre mantener el partido en este año que viene multielectoral será fundamental para poder me negociar desde una mayor posición de fuerza su protagonismo dentro de Sumar, donde la vicepresidenta segunda ya ha dejado más que claro que quiere que el protagonismo sea de los partidos y mucho menos de nada que tenga que ver con Unidas Podemos.