La mujer de José Antonio Otero Toraño, conocido como Toño, el hombre de 60 años que fue asesinado el pasado día 12 de septiembre en Cuevas del Agua-Ribadesella, Asturias, ha afirmado que los supuestos encapuchados que asaltaron la vivienda en la que ocurrieron ... los hechos hablaban español. «Los entendí», ha expresado, según informa 'El Comercio'. Preguntaron varias veces «que dónde está el dinero», ha añadido en una declaración ante las cámaras.
En el momento en el que tuvo lugar el ataque, se encontraban en la vivienda Toño, su mujer y la hermana de esta. Fue precisamente ella quien llamó a la Guardia Civil para denunciar que su cuñado había sido agredido. Hasta allí se desplazaron también los servicios de emergencia, que intentaron reanimar al hombre, en parada cardiorrespiratoria cuando llegaron. Sin embargo, no pudieron hacer nada por salvarle la vida y certificaron su muerte.
La casa en la que vivía el ganadero se encuentra en una carretera sin salida, según añade el citado medio asturiano. Además, a tan solo 30 metros hay un bar, que suele estar muy frecuentado. No obstante, los vecinos aseguran que no vieron ni escucharon nada sospechoso. También que es «imposible» irse del pueblo sin ser visto. Por otro lado, según 'El Comercio', la Benemérita ya había tenido que intervenir anteriormente en la casa por supuestos problemas en el seno familiar.
En la versión de la mujer y la cuñada, ambas se encontraban en la casa cuando ocurrieron los hechos. La primera en la cocina y la segunda, en la planta de arriba de la vivienda. La esposa ha contado que estaba en la cocina y que accedió al salón, donde estaban los encapuchados con su marido, a quien habían cubierto con una manta. Al parecer, les pidió que lo soltaran. «No podía respirar», dice que decía Toño. Los supuestos atacantes le pisaron una mano y le golpearon la cabeza. Al escuchar a su hermana, arriba, se fueron. «Ahí fui a por Toño y le quité la manta», ha zanjado.
Por su parte, la cuñada indicó el sábado a 'El Comercio' que en el momento de los hechos ella estaba arriba descansando y que no escuchó nada. También que el ataque lo llevaron a cabo dos encapuchados y que fue rápido. «Mi hermana no puede decir cómo eran. Estaba muy nerviosa, todo pasó muy rápido y solo acierta a decir que iban tapados y no vio nada ni tampoco dijeron nada».
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Asturias se ha hecho cargo de la instrucción de las diligencias. Los agentes de la Guardia Civil permanecieron en el domicilio cerca de ocho horas en busca de pruebas.
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