Los dueños de un bar de Gijón denuncian amenazas tras negarse a servir a un concejal de Vox
También han comenzado a recibir reseñas negativas tras no servir al edil Oliver Suárez el pasado sábado
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Iniciar sesiónDefendieron sus valores ante lo que consideraron «una provocación» y se negaron a servir al concejal de Vox Oliver Suárez. Es la actitud que adoptaron los propietarios del bar Vendetta Rock&Beer del centro de Gijón cuando descubrieron que uno de sus clientes era ... un edil del partido de Santiago Abascal. Desde entonces, el establecimiento se ha convertido en la diana de opiniones extremas: desde «amenazas» y «reseñas ofensivas» hasta la defensa a ultranza del local y de su comportamiento.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado, pero no trascendieron hasta el miércoles, cuando varios periódicos locales se hicieron eco de lo sucedido. El político de Vox llegó al establecimiento con unos amigos, y los dueños del Vendetta Gijón, sin conocer la identidad de los clientes, les sirvieron una primera consumición, relata Mónica, propietaria del establecimiento junto con su pareja.
Al descubrir de quién se trataba, la hostelera consideró que la presencia de Suárez era una suerte de «provocación», dadas las características del bar y las declaradas convicciones de sus propietarios. «No apto para lgtbifóbicos, xenófobos, fascistas y demás casposxs rancixs...», reza su descripción en Facebook. Por todo ello, escribió en la luna del local un mensaje claro mientras el edil estaba en las instalaciones: «No a los toros, sí a la llingua, sí a las familias diversas y no al racismo, fascismo y la homofobia».
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Cuando los usuarios presentes en la mesa del concejal pidieron una segunda consumición, los dueños se negaron a servírsela en base a sus propios «valores». «Les dijimos que no se la íbamos a poner. Ellos se quedaron veinte minutos más y después se marcharon. Vi que hacían fotos, pero no pasó nada más, no hubo ninguna salida de tono ni ninguna palabra más alta que otra. Nos limitamos a hacer algo que es nuestro derecho», apunta.
La sorpresa de Móncia llegaría el martes cuando vio que la prensa recogía lo ocurrido y su local empezó a recibir reseñas negativas. «Muchos de los comentarios son de gente que no ha estado nunca aquí, que ni siquiera viven en la ciudad. Habrán leído en redes las noticias y han ido a fustigarnos, nos están dando por todas partes», se lamenta.
Ante las críticas, no dudó en publicar en su cuenta de Twitter una declaración al respecto: «Somos un negocio pequeño, fieles a nuestros principios. Debemos crear espacios seguros y libres de odio, nosotrxs aportamos nuestro granito de arena así. Gracias por los mensajes de apoyo y por qué no, también de odio, solo nos hacéis estar más firmes en nuestras convicciones».
Somos un negocio pequeño fieles a nuestros principios. Debemos crear espacios seguros y libres de odio, nosotrxs aportamos nuestro granito de arena así. Gracias por los mensajes de apoyo y porque no, también de odio, solo nos hacéis estar más firmes en nuestras convicciones. https://t.co/T6gWbPJ7Q7
— Vendetta Gijón (@GijonVendetta) June 28, 2023
Lluvia de reseñas
La situación, lejos de aplacarse, se ha recrudecido. «El martes teníamos 214 reseñas normales y un 4,6 de puntuación. Ayer estábamos ya en 550 y pico, y la nota nos bajó a 3,9. Estamos recibiendo mensajes con mentiras y amenazas, nos han dicho que van a venir a buscarnos y nos van a tirar al puerto», detalla, al tiempo que reconoce estar «sufriendo mucho» con esta situación.
«Una persona incluso asegura que la echamos del bar porque su hija llevaba un vestido rosa y su hijo jugaba con muñecos. Todos los que están dejando reseñas sin conocer el local por motivos puramente ideológicos están jugando con lo que nos da de comer», se desespera.
Para mostrar la circunstancia que están atravesando, Mónica ha compartido parte de los comentarios en sus redes sociales. Algunos no ocultan su motivación ideológica para reprobar el bar: «Es un sitio donde se respira odio, además son unos guarros. Cuando ya me iba, resbalé con un charco de bilis progre… Suerte que mi genética del norte de Europa impidió que me cayese en semejante antro. Recuerdo que este bareto olía muy fuerte. No lo recomiendo».
«Local donde, depende de quién seas, vas a sufrir un trato criminal. Si quieres sentirte a gusto y pasar una buena velada, no lo recomiendo», afirma otro usuario. «Intolerantes, antidemócratas y con escaso respeto a la diversidad de opinión. Excluyen al que no piensa como ellos. Comportamientos típicos de las dictaduras... En fin, una pena...», sentencia otro.
Sin embargo, las noticias sobre el incidente y las reseñas negativas también han provocado una lluvia de comentarios positivos, de manera que el total de las valoraciones ascendía ya a más de 880 el jueves por la tarde. «Me encanta este bar. De lo mejorcito de Xixon, y lo mejor es que jamás encontrarás fascistas dentro. No le doy más estrellas porque no puedo», opina un usuario.
«No he ido nunca, pero lo apunto por ser un bar que no admite la entrada a fascistas, en cuanto vaya por Gijón me paso a disfrutar de su música y su cerveza», valora otro. «¡Cinco estrellas en todo, compañeros! Ojalá mas sitios como este», pide un tercero.
Por su parte, fuentes de Vox en la ciudad se preguntan qué ocurriría si «un bar se negara a servir a alguien con cualquier otra sensibilidad política», según recoge el medio local MiGijón.
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