Begoña Gómez se defiende ante el juez con un correo que delata a su asesora en Moncloa

Lo ha acreditado la propia defensa de la mujer del presidente del Gobierno, al aportar documentos en su descargo entre los que figura un correo electrónico del 6 de octubre de 2022 en el que la trabajadora de Moncloa recabó información del departamento de gestión de patentes de la Universidad Complutense de Madrid, donde se le indicó cómo debía proceder.

«Estimada Cristina, tal y como hemos acordado hace un momento, te adjuntamos un modelo de 'contrato de cesión de derechos' a la UCM para que la titularidad de esta obra sea 100% UCM al tratarse de una obra en colaboración con personal UCM que sí tienen dicha vinculación. Vuestra colaboración se recogerá en el contrato de cesión de derechos», señala el correo.

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Su defensa presenta un escrito que aporta correos y nombres para rebatir el intrusismo profesional y solicita diligencias

Begoña Gómez está imputada por apropiación indebida en tanto que el software de la cátedra habría acabado en una web a su nombre, relacionada con una empresa que también estaba registrada como de su titularidad. En cuanto al intrusismo profesional, se le atribuye haber firmado los pliegos técnicos para licitar el proyecto sin contar con la cualificación suficiente.

Los correos aportados tratan de rebatir ambas cuestiones. El que está dirigido a Cristina Álvarez y que, por las fechas, sería consecuencia de las indicaciones que el ex vicerrector de Relaciones Institucionales de la Complutense, Juan Carlos Doadrio, dio a ambas sobre cómo gestionar el proyecto, indica que siguió los pasos marcados y que asumió el dominio de la web porque el departamento de patentes del centro no se encargaba de esos asuntos.

«Os enviamos un enlace sobre cómo registrar un dominio, puesto que nunca se ha realizado este trámite desde la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI)», les dijo una encargada de la sección de Contratos y Patentes de la Complutense por escrito.

Además, cuestiona el intrusismo en tanto que en otro correo, una responsable de la Gerencia de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid les indica que «el pliego de prescripciones técnicas ha de firmarlo Begoña», en tanto que debía estar suscrito por alguno de los responsables de la cátedra y ella era codirectora.