Armengol antepondrá la España de hoy a la importancia histórica de la jura de la Princesa Leonor

Armengol pondrá así distancia con aquel discurso y el resultado será una intervención institucional pero centrada en la ciudadanía y actualizada a la situación actual del país, que difícilmente molestará a los partidos independentistas con los que el PSOE negocia la investidura de Pedro Sánchez. La justificación de esa distancia, según fuentes socialistas, es que los tiempos han cambiado.

En 1986, la democracia solo llevaba ocho años implantada en España -en 1978 se aprobó la Constitución- y tan solo había pasado un lustro desde el fracasado golpe de Estado del 23F, en el mismo Congreso. «En aquel momento, era necesario un discurso para dignificar a las instituciones democráticas», subrayan las mismas fuentes. «Ahora, la democracia española cuenta ya con 45 años y las instituciones están perfectamente dignificadas. El ancla tiene que estar puesta en los ciudadanos», añaden.

Noticia Relacionada

El precedente de la jura de la Constitución por el entonces Príncipe Felipe hace 37 años

Pilar De la Cuesta

El Heredero fue arropado en el Congreso por sus padres, las Infantas y su abuelo Don Juan

En ese repaso de cómo es el país hoy, Armengol hará hincapié en los retos que afronta la sociedad española y aprovechará para recalcar que la Princesa Leonor pertenece a esa la generación de jóvenes que heredarán las riendas en el futuro. Dada la importancia histórica del acto, el discurso de Armengol también incluirá algunas frases sobre la garantía de estabilidad institucional que conlleva la jura de la Heredera y el papel del Congreso como representante de la soberanía nacional pero, como ya se indicaba, sin que sean el centro de su intervención.

En cuanto a la abierta situación política, un Gobierno en funciones que negocia contra reloj la investidura, no habrá alusiones. Por un lado, porque el acto impone despolitización total y, por otro, porque es una situación coyuntural. «En cualquier momento puede cambiar. Una investidura la hay cada cuatro años, pero la jura del Heredero o Heredera cada 40», según fuentes socialistas, en alusión a que Armengol busca un discurso actualizado pero también con vigencia.

En lo que a organización y desarrollo se refiere, la jura de Leonor en el Congreso será un calco del que vivió su padre. El acatamiento de la Carta Magna protagonizado por Felipe VI fue el primero de un Príncipe de Asturias ante el Parlamento -hasta ese momento quienes habían realizado esa jura en las Cortes eran los Reyes- y la intención al repetir exactamente el acto es que su orden de desarrollo se convierta en una tradición.

La mayor diferencia entre la jura de Leonor y la que realizó el Rey residirá, por tanto, en las ausencias. Mientras Don Juan -abuelo de Don Felipe- ocupó asiento en la tribuna presidencial e incluso fue objeto de reconocimiento por parte de Peces-Barba, Don Juan Carlos no lo hará este martes, al estar retirado de la vida pública y de la actividad institucional desde 2019. Tampoco ocupará sillón en la tribuna de invitados, para evitar captar el foco mediático dadas sus contadas visitas a España desde que en 2020 trasladó su residencia a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) por las investigaciones abiertas sobre su fortuna y posteriormente archivadas. Todo apunta a que tampoco estarán presentes en la tribuna de invitados Doña Sofía ni los abuelos maternos de la Princesa. La familia celebrará la jura con una merienda-cena en El Pardo con posterioridad a los actos.

En las tres partes del hemiciclo también habrá ausencias, que se corresponderán con el grueso de los aliados parlamentarios de Sánchez. No obstante, no habrá escaños vacíos dado que diputados y senadores están invitados. El PNV, en pleno pulso electoral con Bildu, comunicó este jueves que no asistirá a la jura pese a haber estado presente en la de Felipe VI. ERC, Junts, Bildu y el BNG tampoco acudirán, en línea con la estrategia que mantienen en los últimos años de no participar en actos relacionados con la Jefatura de Estado. Entre sus argumentos, que la Monarquía es «caduca y corrupta».

En 1986, sin embargo, la Minoría Catalana destacaba a esta institución como «garante de la estabilidad política», mientras el Grupo Vasco consideraba la jura del Heredero como «una garantía de continuidad de la Monarquía». El Partido Comunista (PCE), por su parte, remarcaba su definición republicana, pero prometiendo respeto y defensa de la Corona «mientras respete y defienda nuestra Constitución». Sumar solo ha confirmado la presencia de Yolanda Díaz.