Ronda de consultas con los grupos parlamentarios: Azcón se reúne con los partidos que apoyaron sus últimos presupuestos

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Azcón negociará la próxima semana los presupuestos con Vox para evitar un adelanto electoral

Érika Montañés

El presidente aragonés presenta unas cuentas que ascienden a 9.145 millones y contienen una rebaja fiscal, guiño claro a los de Nolasco

Vox (siete diputados en las Cortes de Aragón, a la postre decisivos para cerrar un pacto para lo que queda de legislatura) cerrará la ronda de consultas hoy, en un encuentro previsto de 17.00 a 18.00 horas. Alejandro Nolasco primero dijo que no acudiría -tras la salida forzada del asesor racista que tenía en nómina el grupo parlamentario y que Azcón afeó con un ultimátum condicionado a su despido- y tampoco creyó en la posibilidad de conocer unos presupuestos regionales diseñados por el actual Ejecutivo, pero ahora acude, según sus palabras ayer lunes, con «relativo optimismo» para poder encontrar un punto de sintonía con el barón popular y evitar el choque que conduzca a elecciones.

La ronda de conversaciones, que si resulta infructuosa acabará en ese citado desenlace de convocatoria anticipada de elecciones (con posibilidad de que sean en el mes de febrero), continuará el miércoles 10 de diciembre con Izquierda Unida (también con un representante autonómico), Podemos (un solo escaño), Chunta (que ha comunicado que no irá presencialmente en representación de sus tres diputados) y cerrará la tarde de nuevo un encuentro con el PSOE de 17.00 a 18.00. Ayer la secretaria general de los socialistas aragoneses sorprendió en una rueda de prensa en Zaragoza al tender un puente a Azcón para aprobar su techo de gasto y no tener -dijo- que pactar con la ultraderecha. Una dicotomía en la que pone -con sus 23 escaños- al líder del PP, que no parece creer las buenas intenciones renovadas de la líder socialista hacia sus cuentas.

Según manifestó el presidente aragonés el pasado sábado en la celebración en el Congreso de los Diputados de la Fiesta de la Constitución, ve a Vox en una situación de «confrontación». Con todo, pulsará su apoyo y sus exigencias esta tarde para negociar sus cuentas, aunque fuentes del PP señalaron en el mismo acto de la Constitución que el calendario que se postula para unas posibles elecciones anticipadas sería el próximo mes de febrero.

Azcón afirmó, tanto el viernes como el sábado pasado, que hará «todo lo posible» para lograr los apoyos necesarios para que las cuentas salgan adelante por cuanto «Aragón vive un momento de crecimiento económico, de atracción de inversiones como nunca» y el presupuesto «va a mejorar la calidad de vida de los aragoneses» mediante «incrementos históricos» en la sanidad, la educación, los servicios sociales y en nuevos proyectos «que mejoran la economía» de la comunidad. Un planteamiento que, a su juicio, debería provocar la unión entre las fuerzas regionales.

Según ha adelantado el líder de Vox, acudirá al encuentro con una actitud «constructiva», pensando «en el beneficio y la seguridad de los aragoneses, la bajada de impuestos, priorizar la vivienda para los españoles y la lucha contra la inmigración ilegal», recalca, pensando en el modelo escogido por Juanfran Pérez Llorca en su acuerdo con la formación de Abascal para seguir gobernando en la Comunidad Valenciana.

Por su parte, Pilar Alegría adujo que su partido puede demostrar su labor de «oposición responsable». La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes interpretó que si Azcón adelanta las elecciones porque no consigue que Vox respalde sus cuentas públicas será «una demostración de su incapacidad absoluta» para gobernar Aragón puesto que no tiene «capacidad de dialogar y acordar» con el resto de los partidos políticos en la comunidad.

Alegría mantuvo que su propuesta a Azcón para negociar las cuentas autonómicas de 2026 se ampara en que no quiere «unos presupuestos teledirigidos por la ultraderecha». «Somos perfectamente conscientes de la seriedad de lo que estamos planteando», apostilló. «A partir de aquí le corresponde al señor Azcón decidir qué camino elige».

Previamente, la ministra atacó a Azcón por llevar dos años de mandato de «política anti», debido a que a su juicio ha recibido 2.800 millones de fondos europeos y «transferencias históricas» desde el Gobierno central pero su respuesta ha consistido en «insultos y desprecios». «Solo hemos recibido malas caras y soberbia a granel», remachó, según recoge la agencia Servimedia.

Alegría añadió que la posibilidad de adelantar las elecciones en Aragón por falta de presupuestos, como ha hecho en Extremadura la popular María Guardiola para el 21 de diciembre, responde a una «decisión táctica» de Azcón «pensando en tu propio beneficio político pero sólo encierra una incapacidad de hacerse cargo de los problemas de los aragoneses». El actual Ejecutivo regional les ha hecho conocer las cuentas solo a través de un power-point, una maniobra que criticó con dureza. Con estos mimbres, y pese a esas palabras de fuerte crítica, la líder del PSOE aragonés recalcó que «no va a ser por el Partido Socialista», puesto que ella quiere demostrar su «responsabilidad» como principal partido de la oposición y pretende demostrar que existe una «alternativa» a la de Azcón.

«Por eso ofrezco la mano tendida» para hablar de construir vivienda pública que no pueda ser vendida nunca, para reducir las listas de espera de la sanidad, para mejorar las inversiones en los hospitales de la región, para impulsar la educación gratuita de cero a tres años y para ampliar la red de residencias de personas mayores en Aragón, acabó.

A estas declaraciones no se tardó en contestar este lunes 8 de diciembre desde filas populares, considerando que «la portavoz de Sánchez» tiene «miedo a las urnas» en Aragón. Desde Génova consideran que Alegría «enmienda» la estrategia de Miguel Ángel Gallardo en Extremadura «y le debilita de cara al tramo final de la campaña». Y lo hace «porque comparte con Sánchez el terror a la opinión de los ciudadanos».

En la misma línea se manifestó la vicepresidenta y consejera de Presidencia, Economía y Justicia del Gobierno de Aragón, Mar Vaquero, quien sostuvo que la oferta de Alegría obedece «al miedo que tiene el Partido Socialista a unas elecciones». Para la vicepresidenta aragonesa, «está claro que la señora Alegría en Aragón ha entrado en pánico» ante la idea de tener que abandonar el Consejo de Ministros, el Ministerio de Educación y la portavocía del Gobierno. Le haría mella una pérdida de crédito en su tierra ante esta convocatoria.