Azcón es investido en Aragón con los votos de Vox y el PAR tras un debate bronco

Tras una segunda sesión de investidura plena de reproches con los partidos del bloque de izquierdas, el popular alcanzó la confianza de la cámara con los apoyos previstos: 36 votos a favor y 31 en contra. Votaron que sí sus compañeros de partido (28), los que serán sus socios de Gobierno (los 7 diputados de Vox) y también Alberto Izquierdo, el único diputado del Partido Aragonés en las Cortes.

El debate de investidura fue bronco y se alargó durante casi ocho horas. La primera en tomar la palabra fue la portavoz socialista, Mayte Pérez, que ejerció como principal rostro de la oposición toda vez que Lambán, el expresidente, pondrá rumbo al Senado en los próximos días. La dirigente del PSOE afeó a Azcón la tardanza en alcanzar un acuerdo que, además, calificó de «retrógrado, sumiso y reaccionario». Calificativos que encendieron la mecha de los reproches con el candidato. Pérez habló de una «política más desigual con una injusta política fiscal que beneficiará una minoría pudiente».

No fue lo peor que tuvo que escuchar Azcón y la bancada de la derecha durante la jornada. De hecho, el momento más tenso fue el protagonizado entre el candidato y el portavoz de Podemos. «Señor Azcón, señor Izquierdo…también voy a meter al señor Guitarte en este inciso. Si en una mesa hay un nazi y 10 personas que le respetan, en esa mesa hay 11 nazis», afirmó Andoni Corrales en referencia a Tomás Guitarte (líder de Teruel Existe, que se había abierto a alcanzar pactos puntuales con el nuevo Gobierno, a pesar de votar en contra en la investidura), al líder del PAR y a los dirigentes del nuevo Ejecutivo.

No pudo pasar por alto la cita un Jorge Azcón encendido, que afeó el comentario a Corrales. «En esta cámara no hay nazis. Cuando uno mete la pata hasta el fondo, lo mejor es sacarla cuanto antes. Espero que pida en privado perdón a los diputados que han sido insultados». Corrales, el más beligerante, llegó a hablar de «recortes ideológicos» y «censura» antes de calificar a Irene Montero como «la mejor ministra que ha tenido España», sacando pecho por haber puesto en marcha la ley del 'solo sí es sí'.

El líder de la Chunta, José Luis Soro, afeó a Azcón «por gobernar con los únicos 'trasvasistas' que quedan en Aragón», en referencia al programa de Vox que apostaba por el trasvase del Ebro, que no está incluido en el acuerdo de Gobierno. También Izquierda Unida, en palabras de Álvaro Sanz, atacó con dureza al nuevo Gobierno. «Nunca dudamos que sería el PP el que abriría las puertas a la ultraderecha», dijo el portavoz, además de culpar al PP de «dejar la lucha contra la violencia machista en la puerta de la casa de los maltratadores».

Fue Alejandro Nolasco, líder de Vox y futuro vicepresidente de la región, el que intentó templar los ánimos. Llamó primero a la calma, pidiendo que se retiren del debate habitual los adjetivos proferidos durante la sesión, y se lanzó a un discurso en positivo en el que reiteró los puntos de acuerdo alcanzados con el PP. El único momento tenso de su intervención llegó cuando habló de violencia, para negar que su partido esté contra las mujeres y su protección. «Lo mismo es un problema de comprensión lectora porque en el acuerdo firmado con el PP hay hasta cinco puntos, cinco, que hablan de la lucha contra la violencia machista. Cinco, por si alguno no se ha dado cuenta», reiteró Nolasco.

El PAR, el otro socio de investidura de Azcón, tendió la mano a los populares, como había hecho durante la negociación, aunque no pudo evitar ser señalado como «el único partido de España, junto al PP, capaz de pactar con Vox», según señaló Pérez (PSOE).

La fiesta de Aragón, que por momentos se convirtió en una pelea de gallos, acabó con abrazos en la bancada popular y la de Vox. Alegría sellada en el día de San Lorenzo. Jornada histórica para la región, que será recordada por Azcón, que después de más de dos meses de espera, por fin puede ponerse manos a la obra para poner en marcha su proyecto de futuro en la comunidad.