Tribunales
Visto para sentencia el sabotaje bacteriológico en un hospital de Zaragoza
La acusada se enfrenta finalmente a un máximo de cinco años de prisión, frente a los 19 que le pidió inicialmente el fiscal
ABC.es
El sabotaje bacteriológico ocurrido en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza , uno de los dos mayores hospitales públicos de Aragón, ha quedado visto para sentencia con una sorprendente rebaja en las peticiones de condena a las que se enfrenta la única acusada, ... una técnico de laboratorio. La Fiscalía, que p edía inicialmente contra ella 19 años de prisión , ha rebajado finalmente la solicitud de condena a cuatro años y medio de cárcel .
Tan drástico ha sido el cambio de criterio del fiscal que su petición de condena ha acabado siendo incluso inferior a la que le ha reclamado desde el principio el Servicio Aragonés de Salud (Gobierno de Aragón), que reclama para la acusada cinco años de cárcel y 10.080 euros de multa.
El fiscal ha cambiado su solicitud de condena durante el juicio que se celebró el martes y miércoles de esta semana. Ya ha quedado visto para sentencia y ahora se está a la espera del fallo por parte de la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El sabotaje ocurrió hace un par de años. Tras la investigación policial y las pesquisas internas realizadas por el propio hospital, fue arrestada María Pilar V. V., a la que se acusó de haber inoculado la bacteria de la tuberculosis en una quincena de muestras de sangre tomadas a pacientes sanos. Por tanto, no supuso contagio alguno, pero sí que esas muestras fueran manipuladas para que las analíticas identificaran como enfermos de tuberculosis a quince individuos que, en realidad, no padecían esa enfermedad.
Fruto de ese sabotaje, cinco miembros de una misma familia -entre ellos un par de niñas de dos años de edad- fueron sometidos a tratamientos contra la tuberculosis que les fueron retirados cuando se comprobó que se había producido un sabotaje en el laboratorio de análisis clínicos del Miguel Servet.
La acusada insiste en proclamar su inocencia y su abogada defensora ha pedido la libre absolución, al subrayar que no hay evidencia probatoria alguna que incrimine a su cliente.
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