El viaje en balde a la cárcel de Zuera de dos fiscales italianos y siete carabineros

Los dos fiscales y los siete carabineros habían acudido para tomar declaración a Igor el Ruso por dos asesinatos que se le imputan en Italia. Son dos delitos de sangre que precedieron a su fuga de aquel país. Luego recaló en España, se escondió en una despoblada zona de masías de la provincia de Teruel y, el 14 de diciembre, fue detenido horas después de haber asesinado a tiros a un ganadero y a dos guardias civiles en Albalate del Arzobispo (Teruel). Nueve días antes, en la misma zona tiroteó y dejó malheridos a otros dos lugareños.

La toma de declaración se había preparado en la cárcel de Zuera en medio de importantes medidas de seguridad . Igor el Ruso es considerado un preso de máxima peligrosidad. Tanto que la dirección de la prisión desaconsejó que fuera trasladado a los juzgados de Zaragoza para ese interrogatorio, porque ese trasiego lo veían lleno de riesgos.

Con esos antecedentes viajó a España la delegación italiana. Pero el viaje ha sido en balde, porque Igor el Ruso, que no dudó en declarar y en reconocer sus crímenes de Albalate del Arzobispo tras ser detenido en diciembre, en esta ocasión ha preferido guardar silencio.

«Acogiéndose a su derecho a no declarar, Norbert Feher ha decidido no declarar después de hablar con su abogado y de que se le leyeran sus derechos en español e italiano», han informado fuentes judiciales. Así que los dos fiscales italianos y los siete carabineros han emprendido viaje de vuelta a su país sin obtener respuesta alguna al interrogatorio.

En Italia tiene que responder por su sangriento historial delictivo . Las causas abiertas contra él en ese país incluyen, además de atracos y robos, dos asesinatos y otro más en grado de tentativa. Se le acusa de haber asesinado a un vecino de Bolonia, Davide Fabri, el 4 de abril del año pasado; y de matar al carabinero Valerio Verri, al que tiroteó mortalmente el 8 de abril en Ferrara cuando estaba dentro de un coche patrulla junto a su compañero Marco Ravaglia, que sobrevivió.