Los suboficiales del Ejército se movilizan contra sus «sueldos paupérrimos»

La protesta de los suboficiales del Ejército destacados en Aragón se celebró el sábado, en la zaragozana Plaza del Pilar. Un centenar de militares y familiares se concentraron ante la sede de la Delegación del Gobierno, convocados por la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro). «Carrera y retribuciones dignas» , rezaba la pancarta que encabezaba la concentración.

Esta organización de suboficiales ha decidido emprender una campaña de movilizaciones para visibilizar su hartazgo. «Con buenas palabras no podemos sustentar a nuestras familias», indican desde Asfaspro para denunciar las promesas sistemáticamente incumplidas desde hace años por parte de los gobiernos a los que les han reclamado soluciones.

Afirman que el último agravio salarial lo están viviendo ahora, a raíz de la pandemia del Covid-19 que ha supuesto la movilización de miles de suboficiales de las Fuerzas Armadas en toda España para prestar asistencia directa en múltiples labores, desde trabajar como rastreadores de contagios a colaborar en vacunaciones o desplegar misiones de vigilancia y control durante el estado de alarma. Afirman que esas funciones extras se sustanciaron, hace tres meses, con unos aumentos retributivos de entre 17 y 78 euros -según los casos-, mientras que entre los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han ascendido a entre 500 y 600 euros.

Desde Asfaspro afirman que los suboficiales están cansados de soportar «fala de consideración profesional y retributiva», con salarios que «siempre están a la cola de la Administración».

Aragón ha sido tradicionalmente una de las canteras formativas de la escala de suboficiales del Ejército de Tierra. Primero lo fue con el desaparecido Instituto Politécnico del Ejército (IPE) de Calatayud, reconvertido hace años en la actual Academia de Logística.