La sequía castiga a los embalses: la reserva hídrica de la cuenca del Ebro, un 14% menor que hace un año

En cómputo total, los embalses de toda esta cuenca suman en estos momentos unas reservas de 5.855,5 hectómetros cúbicos de agua embalsada, casi mil menos que hace justo un año y 300 hm3 menos que el promedio de reservas que se dio en el último quinquenio en estas mismas fechas. Es decir, actualmente la cuenca del Ebro tiene unas reservas de agua un 14% inferiores que hace un año, y un 5% menores que la media del último quinquenio .

Esos 957 hm3 de diferencia respecto a la reserva de hace un año es una gran cantidad. Equivale a toda el agua que podrían albergar dos embalses como el de Yesa llenos al máximo de su capacidad.

La margen izquierda es la que más está notando el descenso de reservas respecto al año pasado. El problema se remonta muchos meses atrás. El pasado invierno fue especialmente seco en el Pirineo y con temperaturas que en algunos momentos fueron claramente más elevadas de lo habitual. Eso hizo que el deshielo comenzara de forma prematura en marzo, cuando la cordillera tenía una mermada capa de nieve respecto a lo que suele ser normal en esa época del año.

Eso ha extendido sus efectos a los ríos que se nutren del Pirineo y a los embalses que se llenan con esos caudales. En la margen derecha del Ebro, sin embargo, la situación es totalmente distinta . En estos momentos, los embalses de eseta zona de la cuenca se encuentran al 67% de su capacidad máxima, por encima del 58% de hace un año o del crítico 45% en el que se encontraron en estas mismas fechas de 2017. Los pantanos de la margen derecha guardan actualmente un total de 428 hm3 de agua. El de La Tranquera , que regula el gran valle del Jalón, se encuentra al 84,9% de su capacidad máxima, con 69 hm3 de agua embalsada, un 21,5% más que hace justo un año.