Roca Rey en Teruel, primer gol de la temporada

Cuando la temporada taurina aragonesa se despereza, con el tradicional festival de Ricla ya en el recuerdo, ante el festejo benéfico anunciado en Calatayud para este domingo 7 de abril con figuras mediáticas de la talla de Jesulín y Cayetano, y con la Feria de San Jorge en los carteles, la noticia llega desde Teruel, que este año quiere gritar fuerte “Teruel existe”, también en lo taurino.

La empresa de la plaza de toros de la capital turolense, capitaneada por David Gracia, no se ha dormido para conseguir anunciar para la Feria de la Vaquilla al torero que está arrasando en los ruedos. En un comunicado oficial, Tauroter confirma que el peruano Andrés Roca Rey hará el paseíllo en el próximo ciclo de julio, lo que significa ya de entrada un fuerte impulso para una plaza muy complicada de gestionar.

Poco se sabe de las intenciones del empresario para completar la Feria, pero quien da primero, da dos veces. Y la presencia del joven fenómeno supone un gran aliciente, no solo para los aficionados de Teruel, sino que ese cartel va a tener repercusión en toda la comunidad aragonesa y en el vecino Levante. No en vano, Roca Rey es en la actualidad el diestro con más tirón popular.

El peruano no se ha prodigado mucho en ruedos aragoneses desde su irrupción en el escalafón. Dos actuaciones en Zaragoza, y una en Huesca y Ejea de los Caballeros, todas con éxitos resonantes, pero ninguna de ellas durante la pasada temporada, en la que Roca no pisó plaza aragonesa alguna.

Por eso, el anuncio de que estará presente en la Feria de Teruel, en un año en que su cotización sigue al alza después de sus triunfos incontestables en los primeros compromisos del año, supone una inyección de ilusión para los aficionados aragoneses.

En Teruel, la empresa de David Gracia se estrenó en la gestión el pasado año con unas combinaciones modestas, pero con entusiasmo, el mismo que ha imperado durante el invierno con un trabajo día a día acercándose a las peñas, parte fundamental de las fiestas turolenses, pero que no acaban de encontrar el camino de la plaza para los festejos mayores, en una ciudad en la que, precisamente, toda la fiesta gira en torno al toro.