La precariedad laboral crece en Aragón con la proliferación de contratos a tiempo parcial

El problema se evidencia al bucear en la última Encuesta de Población Activa (EPA), la que ayer jueves publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según estos datos, Aragón tiene ahora 6.000 empleos menos que antes del Covid, pero hay contratados a tiempo parcial 4.500 trabajadores más que entonces.

La conclusión es sencilla: una buena parte de la recuperación del mercado laboral se está asentando en contratos a tiempo parcial. Esto tiene una repercusión económica directa en múltiples frentes: a menos horas trabajadas, menores salarios; a menos salarios, menor capacidad de consumo y peores expectativas para la reactivación de la demanda; a menor reactivación de la demanda, menor potencial de crecimiento del tejido productivo y del empleo; y a menos trabajadores a tiempo completo, menores ingresos por cotizaciones para la Seguridad Social .

Según la EPA, en el tercer trimestre de 2019, antes de que irrumpiera la crisis del Covid, Aragón tenía 77.600 trabajadores a tiempo parcial sobre un total de 595.100 ocupados. Ahora, con muchos menos ocupados, 589.000, la región tiene muchos más empleados a tiempo parcial, 82.100 en total.

La situación afecta especialmente a las mujeres, por las características de los empleos a tiempo parcial, concentrados en el sector servicios y en ramas de actividad en las que la mano de obra femenina es predominante. Las mujeres son las más afectadas por el paro y, a la hora de trabajar, las que más probabilidades tienen de acabar con un contrato a tiempo parcial.

Según la última EPA, de los 82.100 trabajadores a tiempo parcial que hay en Aragón, 68.100 son mujeres. Es decir, ellas acaparan el 83% de los empleos que se ofertan a tiempo parcial. En cómputo global, en Aragón una de cada cuatro mujeres trabajadoras se tiene que conformar con un contrato de jornada reducida , mientras que entre los hombres el porcentaje de trabajadores con contrato a tiempo parcial no llega al 5%.

Es decir, en Aragón las mujeres están cinco veces más afectadas por la parcialidad laboral que los hombres, según los datos regionales que arroja la última Encuesta de Población Activa.