Apellidarse Cuesta Mogollón, así, por este orden, ya tiene lo suyo. Si el nombre que antecede a los apellidos es Luz, la anécdota está servida , más aún ahora, en plena escalada del recibo de la electricidad. La joven que así se llama, una ... zaragozana de 19 años, lo asume con una resignada sonrisa.
En marzo de 2015, Luz Cuesta Mogollón lideró el resultado del concurso de nombres raros que lanzó ABC.es, y ahora, dos años después, es consciente de que ha ganado enteros en la lista de nombres curiosos y dados a la broma. Con el precio de la electricidad en máximos, su nombre vale como telegráfico titular de la inflación energética.
«Estoy orgullosa de mi nombre» , dice esta zaragozana acostumbrada a las bromas a vueltas con su curiosa concatenación de nombre y apellidos. Y más ahora, por las circunstancias del mercado eléctrico.
De las anécdotas que su nombre ha provocado en los últimos días cuenta una: alguien le hizo reflexionar sobre qué ocurriría si enviara su currículum «a Endesa o a Iberdrola, por ejemplo» para optar a un empleo.
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