La cueva donde se encontraba el cadáver es de muy difícil acceso, una oquedad cuya entrada mide apenas medio metro y a la que solo se puede entrar reptando , según han indicado fuentes de la DPZ.
Según han indicado desde la Guardia Civil, el cuerpo no presentaba signos visibles de violencia , aunque serán los forenses los que determinen las causas y circunstancias de la muerte.
El hallazgo se produjo en el transcurso del dispositivo de búsqueda que se desplegó hace días para intentar localizar a la mujer que había desaparecido. Los rastreos, que han abarcado amplias zonas del término municipal, han sido coordinados por la Guardia Civil y en ellos han participado agentes de la Benemérita, de la Policía Local de Caspe, bomberos de la DPZ, unidades del Ejército y voluntarios de Protección Civil.
La mujer desapareció el miércoles 25 de marzo. Se sospechó que había salido a andar -tenía por costumbre realizar paseos- y no regresó al domicilio. Ocurrió en pleno estado de alarma por el coronavirus.
El dispositivo de búsqueda dio con su cadáver hoy miércoles, a las 14.15 horas, según han informado fuentes de la Guardia Civil y de la Diputación de Zaragoza. Su cadáver fue encontrado en una cueva situada en el propio casco urbano, en el cerro sobre el que se asienta el emblemático Castillo de Caspe, escenario destacado de la historia de la Corona de Aragón.
A las 18.30 horas, especialistas de policía judicial de la Guardia Civil han finalizado las labores de rescate del cadáver, que ha sido trasladado a Zaragoza, para practicarle la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Aragón.
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