El drama del Ebro: de caudales máximos a sequía extrema

La situación del Ebro ha llevado a aplicar restricciones en varios embalses de la cuenca, para soltar un caudal extra con el que nutrir a este gran río, que ha quedado convertido a poco más que un riachuelo en algunos tramos a su paso por Zaragoza. El problema es que la del Ebro sigue siendo una cuenca con un déficit regulador que hace que, en un mismo año se pase de caudales máximos con desbordamientos, a estiajes extremos. Gran parte del cauce del río Ebro a su paso por la capital aragonesa ha quedado convertido en una rambla seca, como se puede ver en esta imagen con El Pilar detrás. El problema añadido de esta sequía del río Ebro es que la red de presas también va escasa de agua, especialmente en la margen izquierda, los situados al sur del gran río. La sequía del río Ebro es de las peores sequías que se recuerdan en la capital aragonesa. La escasez de agua como consecuencia de la severa sequía en el Ebro está afectando al habitat del río. Imagen en la que puede verse el espectacular estado del cauce del Ebro a su paso por Zaragoza.