En esta demarcación eclesiástica, que incluye las comarcas de Calatayud, Tarazona, el Aranda, parte de Valdejalón y de Daroca, todos los sacerdotes deberán oficiar las eucaristías a puerta cerrada, «en privado», sin fieles o, como mucho, «con algunas pocas personas de su elección». Se ha endurecido así lo que este mismo Obispado dispuso el viernes , cuando decidió restringir los aforos en misas y funerales, así como cerrar la Catedral de Tarazona a los turistas.
El prelado turiasonense ha indicado que esta decisión la ha adoptado en línea con los criterios apuntados por la Conferencia Episcopal. En su comunicado, monseñor Hernández Sola explica que «son medidas que nos resistíamos a tomar», pero que han adoptado finalmente « en solidaridad con todos establecimientos que van a estar cerrados
, y para no ser colaboradores de la difusión del coronavirus».
El obispo de Tarazona ha hecho un llamamiento a la oración en los hogares, a seguir la misa dominical por televisión y a «la lectura y reflexión en familia del Evangelio».
Desde este momento, y mientras perdure la crisis del coronavirus, «todos los fieles de la Diócesis de Tarazona quedan dispensados del precepto dominical y del precepto de la solemnidad de San José», explica el prelado en el mismo comunicado, en el que indica que estas decisiones las ha adoptado «en colaboración con el vicario general (de esta diócesis), Javier Bernal, y asesorado por su presbiterio diocesano».
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete