El centro-derecha parte con ventaja en Aragón para las elecciones autonómicas

El pasado domingo, el bloque PP-Cs-Vox sumó un 51,7% de respaldo electoral, frente a un 45,3% que apostaron por el PSOE o Podemos. Aunque es un reparto de fuerzas izquierda-derecha similar al de las generales de 2016, es totalmente distinto al que dejaron las autonómicas de 2015, cuando los que tenían el 51% era la suma de las izquierdas, mientras que entre PP, Cs y Vox sumaron apenas un 44% en esta región. Es decir, el pasado domingo votaron al centro-derecha un 18% más aragoneses que en las autonómicas de un 2015 , mientras que la izquierda cosechó un 11% menos.

El hecho diferencial en las generales del domingo respecto a los últimos años es que ahora el voto está mucho más repartido entre Cs, PP y Vox, mientras que en la izquierda los votantes han tendido a reconcentrarse en el PSOE en detrimento de Podemos. Y eso, a la hora de repartir escaños, da ventaja a los socialistas como fuerza más votada. Pero esto último tampoco es suficiente en sí mismo en unas elecciones autonómicas, como quedó probado hace cuatro años, cuando el PP de Rudi fue el partido más votado en mayo de 2015 y el que más escaños obtuvo, pero perdió el Gobierno regional porque la suma de diputados con Cs y el PAR no dio lo suficiente.

En cómputo global por bloques, el auge de Cs y Vox ha compensado ampliamente el hundimiento del PP. Y eso hace que, en términos de voto agregado, el centro-derecha parta con ventaja en Aragón para las elecciones autonómicas del próximo día 26 . El pasado domingo, el centro-derecha superó en 48.000 votos a la izquierda en esta región.

En cualquier caso, todas las opciones están abiertas, porque la clave está después en cómo cómo acaba repartiéndose el voto dentro de cada bloque , entre cada partido en concreto, así como en qué parte del electorado se llevan el PAR, la Chunta e IU –que sí presentan candidaturas propias el 26-M y no lo hicieron en las generales del domingo-. Y también influirá el propio proceso de asginación de escaños en aplicación de la Ley D´hont en cada una de las provincias aragonesas, que además no tienen el mismo número proporcional de escaños en las Cortes de Aragón, lo que también condiciona el resultado final. Por si fuera poco, a todo eso hay que añadirle también una incógnita añadida: los actores que serán decisivos a la hora de conformar pactos de gobierno , y cómo pueda influir en Aragón las alianzas o desencuentros que existan en clave nacional. Lo que se da por seguro es que Cs tendrá una posición clave en la conformación del nuevo gobierno de Aragón.

Con todo este panorama, cada partido echa sus cuentas y expectativas. El PSOE, que ganó las elecciones generales en Aragón el pasado domingo, confía en volver a ser la fuerza más votada y que pueda sumar con otras fuerzas para revalidar el Gobierno regional –Cs figura como una opción en ese sentido para los socialistas-; el PP espera remontar sus malos resultados del domingo, ser el partido más votado en el centro-derecha y tener opciones de formar un gobierno con el apoyo de Cs, Vox y el PAR; y Cs se marca como objetivo de consolidar los resultados del pasado domingo y que el 26-M vuelva a ser el partido más votado del centro-derecha aragonés, y a partir de ahí ver qué opciones tiene para formar gobierno con aliados de uno u otro signo.