Anna Gabriel se somete al Tribunal Supremo jaleada por Unidas Podemos

Y es que han pasado más de cuatro años y medio desde que la entonces portavoz antisistema en el Parlament huyera de España tras ser imputada por desobedecer al Constitucional cuando éste advirtió a los cabecillas del 'procés' sobre los delitos en los que podían incurrir con las leyes de ruptura, el referéndum ilegal y la posterior declaración unilateral de independencia (DUI).

Gabriel se fugó a Suiza, a pesar de que la desobediencia que se le imputa no conlleva pena de prisión, sólo multa e inhabilitación para cargo público, por lo que no corría peligro de terminar en la cárcel, como otros líderes secesionistas condenados por el Supremo e indultados por el Gobierno de Sánchez. Este miércoles por fin ha declarado en el Alto Tribunal, al que ya se había sometido hace dos meses, cuando el pasado 19 de julio regresó a España y se puso a su disposición.

Anna Gabriel ha llegado a esa plaza 15 minutos antes de la hora prevista con su letrado, Íñigo Iruin, histórico abogado de etarras que fue senador y diputado vasco de Batasuna y EH, precedentes de Bildu. En ese rincón de la capital la esperaban sus compañeros de la CUP y dirigentes de otros partidos como ERC, Junts o Bildu y de entidades secesionistas como Ómnium Cultural y Endavant.

Tampoco ha faltado Unidas Podemos con el presidente de su grupo en el Congreso, Jaume Asens, al frente: «Estamos aquí para dar apoyo a Anna Gabriel, a la CUP y al independentismo frente a la ofensiva judicial que están sufriendo», se despachaba Asens para defender a una fugada de la Justicia durante casi un lustro en nombre de un partido que forma parte del Gobierno de España. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, aprovechó para insistir en «nuestro compromiso con la república catalana y la independencia de Cataluña».

Secesionistas, proetarras y podemitas han recibido a Gabriel con los abrazos y aplausos de rigor para después acercarse a la esquina del Supremo, a escasos 200 metros. Allí, frente al control policial, más aplausos que la protagonista correspondía con una tímida sonrisa antes de enfilar hasta la puerta, acompañada ya sólo por su abogado.

En su declaración ante el Supremo, Anna Gabriel ha respondido únicamente a la Fiscalía, pero no a la Abogacía del Estado ni a la acusación popular, que ejerce Vox. Las preguntas se han centrado en las advertencias del Constitucional en aquellas fechas.

La exportavoz de la CUP asegura que ella no recibió ningún requerimiento, por lo que niega que desobedeciera a la Justicia española durante aquellos meses del golpe secesionista, entre septiembre y octubre de 2017, cuando los antisistema se jactaban de ello. La declaración ha sido breve –ni media hora– y justo después Gabriel volvía a la misma plaza de las Salesas para atender a los medios.

«Son muy cobardes estos secesionistas, cuando están en el banquillo tiemblan y mienten»

Javier Ortega Smith

Secretario general de Vox

En pocas palabras, sólo en catalán y sin aceptar preguntas, ha enmarcado su paso doble por el Supremo en la «represión y persecución de una aspiración legítima del pueblo catalán», para volver así a insistir en la secesión. Acabó con la voz quebrada y visiblemente «emocionada», como reconocía ella misma.

Ahora el juez Llarena debe decidir si concluye su instrucción y, como espera la propia Gabriel, archiva el caso o lo asume el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Cataluña, como parece «probable», según explica también la acusación popular. Mientras, Anna Gabriel volverá a Ginebra, donde ejerce como responsable del mayor sindicato suizo. Este domingo tiene previsto participar en la escuela de verano de la CUP en Barcelona.

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El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, asegura que la exlíder de la CUP «ha mentido» por negar que conociera las advertencias del Constitucional: «Son muy cobardes estos secesionistas, cuando están en el banquillo tiemblan y mienten», sentenció el también diputado de Vox.