Anhelos de regreso y lágrimas por su país de los venezolanos exiliados en Madrid

Consternación en la Puerta del Sol después de conocerse el tiroteo contra María Corina

España clama contra el régimen del terror de Maduro: «O se está con la libertad o con la dictadura»

Manifestación convocada para apoyar al candidato opositor Edmundo González como presidente electo de Venezuela, este jueves en la madrileña Puerta del Sol efe

Lo que era un acto festivo, un grito unánime a favor de la libertad, se ha transformado en silencio y lágrimas cuando desde el escenario anunciaron que María Corina Machado había sido interceptada después de reaparecer en las calles de Caracas para sumarse ... a las marchas en contra del régimen de Nicolás Maduro. Gritos de asesinos, peticiones de justicia e incluso ruegos divinos tomaron entonces la puerta del Sol de Madrid, que se había llenado solo unas horas antes por miles de venezolanos exiliados y vecinos de muchas nacionalidades que les brindaban apoyo.

Cuando quedaban aún dos horas para el inicio oficial del acto, algunas banderas de Venezuela se mezclaban ya en la puerta del Sol de Madrid con guías turísticos que, en italiano, inglés o alemán, enseñaban a sus seguidores el reloj de la Real Casa de Correos que hace escasos días hizo sonar las campanadas para dar paso al nuevo año. También pululaban todavía por el kilómetro cero los personajes de Mickey Mouse y Mario Bross ofreciendo globos en forma de perrito a los niños, y algún despistado que preguntaba contra qué se protestaba. Pero poco a poco los colores amarillo, azul y rojo fueron haciéndose fuertes en la plaza y, cuando aún no habían empezado los discursos, la Policía tuvo ya que empezar a cerrar algunos accesos debido a las aglomeraciones.

El acento venezolano dominaba las conversaciones entre amigos, familiares y también compañeros espontáneos de charlas entre desconocidos unidos por un objetivo común: decir no al régimen de Nicolás Maduro. Dos mujeres agradecían emocionadas el apoyo que les brindaba un hombre dominicano a la vez subrayaban la importancia del apoyo internacional para lograr su propósito. «Nos vemos allá», se despedía otro joven venezolano de una familia a la que acababa de conocer y que salió hace una década de Caracas. Y es que el deseo por regresar a su país inundaba las miradas, palabras y carteles de todos los que este jueves se congregaron en Madrid mientras seguían por sus teléfonos móviles lo que estaba sucediendo a miles de kilómetros de distancia, al otro lado del océano Atlántico.

Por los altavoces la música latina animaba a los asistentes, aunque escasos minutos antes de las seis de la tarde el silencio tomó la puerta del Sol para que centenares de voces se unieran al son del himno de su país, Gloria al bravo pueblo, voz de las protestas contra el régimen. Y de vez en cuando llegaba a Madrid la voz de María Corina Machado en forma de proclama animando a sus seguidores a resistir para hacer posible el cambio en Venezuela, justo en el mismo momento en el que la líder opositora se incorporaba a la marcha de Caracas. «Viva sus ovarios», decía con lágrimas en los ojos una joven que seguía por YouTube la actualidad venezolana.

«María Corina es la valiente, tenemos todas las esperanzas puestas en María Corina. Todos los demás salieron corriendo», sostenía Joel Reyes, quien llegó a España en 2019 después que decidiera abandonar Venezuela tras el asesinato de su sobrino. «Ahora puede ser el momento», confiaba acompañado por la joven Yeneidy Leiva, que salió de su país hace sólo ocho meses y ya cuenta los días para poder volver.

Los manifestantes sólo olvidaron los cánticos a favor de María Corina y Edmundo González cuando el escenario lo ocupó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aclamada al grito de «libertad». Tambien hubo aplausos masivos para Alberto Núñez Feijóo, la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo y el líder de Vox, Santiago Abascal. Los pitos y abucheos fueron para el representante del PNV, Luis Jesús Uribe-Etxebarria. «Este es socialista», decía un joven a su amigo para justificar los abucheos pese a que el jetzale se afanaba desde el escenario en mostrar su rechazo a Maduro. En cualquier caso, el rechazo más claro llegó cuando Núñez Feijóo recordó a José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez. «Traidores», gritaban desde las primeras filas.

No faltó en la tarde-noche de la capital española un espontáneo que irrumpió entre el público proclamando su apoyo a Nicolás Maduro y que tuvo que ser evacuado por la Policía para evitar enfrentamientos. Tampoco un grupo de siete jóvenes venezolanos que animaron la espera con un espectáculo de baile callejero, ni los curiosos que se sumaban a una protesta que encontraban por casualidad. Todo bajo la sombra de la estatua de Carlos III y un árbol de Navidad a medio desmontar.

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