Sólo una de las ocho mujeres asesinadas este año en Andalucía había denunciado a su agresor
En 2022 hubo once víctimas mortales y los datos van al alza: en la región hay ya una tasa de 21 maltratadas por cada 10.000 mujeres
Los restos de Sibora, nueve años en un cajón de madera entre dos paredes de un piso de alquiler de Torremolinos
J.J. Madueño
Málaga
El último asesino machista confirmado en Andalucía, el de Torremolinos dejó cuatro víctimas en su camino. Dos denunciaron los malos tratos a los que eran sometidas. Ellas están vivas. Una en Fuengirola y la otra en un municipio de Galicia. Pero las otras dos están ... muertas. A Sibora (22 años) la mató hace nueve años. Su cuerpo se encontró emparedado en un ático de Torremolinos. Ella es la octava víctima de violencia machista en Andalucía en lo que va de año. Los casos se han disparado. La séptima víctima mortal es Paula. La otra mujer apuñalada hasta en catorce ocasiones por este mismo asesino. Sólo Natalia, en enero, la mujer que apareció sin cabeza ni manos en una playa de Marbella, había reportado agresiones anteriores de su asesino. «Si denuncian es más difícil que mueran. Es la forma de entrar en el sistema de protección», señala a ABC Isabel Espejo, inspectora de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional en Málaga.
Suben las agresiones
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía asegura que en el primer trimestre de 2023 hay un incremento de datos en violencia de género. La región se sitúa por encima de la media española, hasta llegar a las 21 maltratadas por cada 10.000 mujeres. «Los datos van al alza. Eso lo estamos notando. Han subido todos los tipos de casos», afirma Olga Carrión, directora del Instituto Andaluz de la Mujer.
Eva María fue la primera en morir este año en el Puerto de Santa María (Cádiz). Su asesino la mató de un disparo en enero. Un sujeto que había estado en prisión por maltratar a otra mujer. Alguien con quien Eva discutía con frecuencia, pero al que nunca denunció. Y al final la mató. Tampococonstaban denuncias sobre el asesino de Caterina, la mujer de 64 años a la que su pareja tiroteó cuando quiso separarse de ella en La Línea de la Concepción a finales de enero.
La cuenta sigue con Elia de 17 años en El Rubio (Sevilla) el 27 de febrero. Fue hallada asesinada en su domicilio cuando su agresor llamó diciendo que se había pegado un tiro. En abril, asesinaron a Violeta en Palos de la Frontera durante la campaña de recogida de fresa. En ambos casos no hubo denuncias previas, pese a que Violeta sí había dicho que se sentía acosada. Fue asesinada cuando expresó su intención de denunciar.
Sobre la muerte de Alina en Jerez de la Frontera tampoco había sospecha oficial. El maltratador trató de encubrir el asesinato como un suicidio a finales de abril. Entre ellos no había denuncias previas. La violencia sobre Alina no había sido detectada. La séptima fue Paula, de catorce puñaladas, después de negarse a denunciar tras reconocer que su pareja le había dado cuatro puñetazos y una patada.
Nueve años emparedada
La octava contabilizada en Andalucía es Sibora. Pese a que ella murió en 2014, su caso ha quedado registrado ahora, que es cuando se ha hallado el cadáver. Ella tampoco denunció, pese a que la familia narra las fuertes discusiones que tenía con Marco y de las que eran testigos por teléfono. «Existe un tanto por ciento muy elevado de violencia de género que no se denuncia. Ni la víctima, ni la familia, los amigos, los vecinos… Si no se ve o no se quiere denunciar eso no llega a la Policía ni al Juzgado ni a los recursos sociales. No se le va a proteger», asegura Isabel Espejo, quien explica ya «se ven denuncias de vecinos o de personas por la calle que ven una discusión y llaman».
Los expertos señalan que «lo importante es que pidan ayuda». «No tiene por qué denunciar. Pueden sólo acercarse a los servicios especializados», remarca José Ignacio de Paz, psicólogo del Instituto Andaluz de la Mujer, quien explica que «las mujeres tienen mucho miedo». «Están convencidas de que es algo que no pueden cambiar. El maltrato no es algo espontáneo. Lleva un proceso. Durante años la mujer ha sido aislada, cree que no vale nada, pierde la valentía, la autoestima… Luego empieza el abuso y la violencia. Asumir eso durante años provoca un daño psicológico grave, que hace normalizar el abuso», asegura.
En España se han concedido en tres meses 1.758 órdenes de protección a mujeres, el 78 por ciento de las solicitadas
Luego la denuncia no es sencilla de poner. «Hay que hacerla con garantías. Tiene que estar bien hecha», remarca la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, cuyos técnicos asesoran a las víctimas a la hora de formularla para que cuenten toda su experiencia y el juez tenga el mayor número de argumentos posibles para tasar el nivel de riesgo y las medidas de protección que se requiere. Después, hay quien las retira. Los datos ofrecidos por el TSJA aseguran que el 5,9% de las víctimas no ratificó ante el juez.
Una denuncia bien hecha ayuda a valorar con más certeza los niveles de riesgo de la víctima y la necesidad de protección que pueda tener. En los casos más extremos es cuando se ponen medidas de seguimiento, como son las pulseras. En España se han puesto en tres meses 1.758 órdenes de protección (un 78% de las solicitadas). En otros casos es fundamental el agente 'guardián', que vela 24 horas al día para que las víctimas no vuelvan a ser agredidas conectados por un teléfono de guardia.
Fuera de la seguridad, hay otras necesidades de atención, como es un ámbito social de trabajo, dinero o recursos, junto a otro de atención psicológica para superar el trauma que suponen los malos tratos prolongados durante años. La red de acogida y atención integral del Instituto Andaluz de la Mujer cuenta con 35 centros (nueve centros de emergencia, nueve casas de acogida y 17 pisos tutelados), donde se ofrecen medio millar plazas, los cuales por su ubicación permiten que ninguna mujer que se encuentre en una situación de riesgo en Andalucía esté a más de 200 kilómetros de uno de estos lugares. En todos ellos se presta servicio las 24 horas del día, 365 días al año. Este año, se ha ampliado la red de acogida para víctimas de violencia de género en Granada (22 plazas) y Córdoba (tres plazas), hasta sumar medio millar de plazas.
Detenido en Algeciras por agredir a una mujer a la que acosaba y a su pareja
S.A.Estaba obsesionado con ella hasta el punto de inventarse que tenían una relación
Actualmente, en los centros de acogida hay 251 personas víctimas, repartidas entre 135 mujeres y 116 hijos de mujeres maltratadas. «Es parte de nuestra estrategia. Han subido los casos, está habiendo más víctimas, por lo que necesitamos ampliar recursos por si nos hacen falta esas plazas», afirma Olga Carrión a ABC, quien dice que todos estos recursos se activan cuando hay una denuncia, cuando la mujer da a conocer su situación. Si no, está sola. A merced de una pareja que un día puede decidir matarla.
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