Sindicatos alertan del aumento de la agresiones a personal sanitario en Andalucía
El Sindicato Médico Andaluz y CCOO denuncian que el año pasado se produjeron 1.564 agresiones de las que 287 fueron físicas, principalmente, a mujeres y reclaman un plan de choque al SAS
Los sanitarios andaluces sufren una media de cinco agresiones al día
El Sindicato Médico Andaluz (SMA) denuncia el aumento de las agresiones a personal sanitario en la región. Así, alerta que el año pasado se produjeron 1.564 agresiones, de las que 287 fueron físicas, frente a las 1.507 registradas en 2019.
«Como ... temíamos, ya hemos superado las cifras de 2019, tras un periodo de disminución a causa de la reducción de las consultas presenciales como consecuencia de la pandemia», ha asegurado en un comunicado.
En el mismo, denuncia que estas agresiones son sufridas en su mayoría por mujeres y llevadas a cabo por hombres. «Los centros sanitarios se están convirtiendo en un lugar manifiestamente inseguro para las trabajadoras. Este fuerte componente de género en las agresiones a trabajadores sanitarios no puede seguir siendo ignorado por las autoridades, que siguen sin implementar medidas tan necesarias como controles efectivos en la entrada a los centros sanitarios. Es alarmante, por ejemplo, que pacientes o familiares puedan acceder a ellos portando armas blancas».
En este sentido, sostiene que la falta de recursos, la presión asistencial, el cuestionamiento «de toda forma de autoridad, la ausencia de medidas preventivas y la tibieza a la hora de castigar a los agresores crean un escenario de grave inseguridad para los profesionales, en especial si son mujeres. Por eso resulta tan desesperante como indignante la inacción de la Junta de Andalucía en esta materia«.
Por todo ello, vuelve a solicitar «encarecidamente» a la Junta, al SAS, al Parlamento, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y a los jueces y tribunales que lleven a cabo las acciones legislativas, administrativas y judiciales necesarias «para poner fin a esta lacra».
Como muestra, informa que este martes, dos facultativas han vuelto a ser víctimas de insultos y amenazas mientras intentaban hacer su trabajo. Los hechos han ocurrido en el hospital regional de Málaga y las víctimas han sido dos neurocirujanas, «agredidas verbalmente por los familiares de un paciente mientras intentaban atenderlo. Avisada la Policía Nacional, los agentes sólo pudieron hacer que los familiares salieran del centro, pues el hecho de que este tipo de agresión no se considere delito limita su capacidad de actuación»
Esta nueva agresión, añade, sucede dos días después de que en el municipio sevillano de Aznalcóllar varios vecinos quemasen la figura de una médica e hiciesen estallar un petardo en la cabeza de otra que representaba a una administrativa. Al día siguiente, el alcalde de la localidad restaba importancia a esta acción tildándolo de «parodia» hecha «sin maldad» y dirigida al sistema sanitario «en general».
«El incremento incesante de las agresiones a los trabajadores de la sanidad resulta aún más preocupante ante la pasividad de las instituciones. Las amenazas e insultos no son considerados delitos y quedan sin sanción, a pesar de que alteran notablemente el funcionamiento de los centros y pueden dañar a los profesionales agredidos más que una agresión física. Las bajas por esta causa ni siquiera son consideradas accidente laboral», apunta.
«El derecho a la salud del agresor se hace prevalecer sobre el derecho a la integridad física y psíquica de los trabajadores hasta el extremo absurdo de que con frecuencia el profesional se ve expuesto una y otra vez a las amenazas del mismo agresor reincidente, que actúa en un ambiente de total impunidad», añade en la nota.
«La cifra más alta desde que hay datos»
Por su parte, CCOO ha avisado de que la tendencia de los ataques es «claramente creciente». De hecho, han señalado que se notifican 4,3 agresiones al día, «la cifra más alta desde que hay datos», y han puesto el foco en las provincias de Granada y Sevilla donde las agresiones han crecido cerca de un 30% en un año. El 60% de esas agresiones se concentran en Atención Primaria, donde nueve de cada diez son insultos, amenazas o coacciones.
«Si se tiene en cuenta la ratio de agresiones por profesional, se advierte que la ratio en Atención Primaria cuadruplica la de Atención Hospitalaria», ha advertido CCOO. Entre los factores que explican esta diferencia, CCOO alude a la falta de vigilantes de seguridad en los centros de Atención Primaria, algo que CCOO «viene reclamando desde hace años».
Otro aspecto igualmente significativo es que, en el grupo de licenciados sanitarios, formado fundamentalmente por médicos, las agresiones ascienden a más de un 40% en un año y los ataques físicos notificados suben un 57%. Un incremento también «considerable», de casi el 23%, se da también en las agresiones físicas al personal administrativo, con «una importante presencia» en Atención Primaria, ha señalado CCOO.
Ante esta realidad, CCOO Andalucía ha demandado a la Consejería de Salud que vuelva a convocar el Observatorio de Agresiones para que, «entre todas las partes implicadas, se busquen e impulsen soluciones más eficaces. Es necesario aplicar medidas preventivas y específicas para cada centro de trabajo y, sobre todo, en Atención Primaria, donde la demora, la sobrecarga y la falta de sustituciones y de seguridad actúan como caldo de cultivo para las agresiones», sostiene la responsable de Salud Laboral y Medio Ambiente de la FSS-CCOO Andalucía, Rosa María Martín.
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