La violonchelista María Martínez: «La formación no está reconocida como si fuera una universidad»

¿Por qué eligió el violonchelo?

Porque le gustaba a mi padre. Luego me gustó porque tiene un sonido muy bonito con un registro muy amplio que se parece a la voz humana. Es elegante. El sonido es delicado y agradable.

Si sus amigos la ven con el instrumento, ¿qué le piden que toque?

La gente te pide que toques temas de ahora. Si es un cumpleaños, pues el «cumpleaños feliz» o «Despacito». Siempre eso que algo de Mozart, Beethoven o Bach. Es más fácil escuchar una canción simple, ya que es más sencillo para el cerebro. Se queda antes lo repetitivo y simple, que lo virtuoso.

¿Qué percibe alguien con formación clásica que no atisbe el resto en la música actual?

Sabes lo que hay detrás de la música. Percibes la base armónica. Ves que los ritmos son iguales y que no hay saltos difíciles, ni articulaciones. Todo es muy simple. Ahora lo que se lleva es el reggaetón y Operación Triunfo. A mí me dicen que sólo escucho ópera y «cosas de esas». La música clásica no está valorada. Te dicen que si es un hobby, que si estudio otras cosas o que si puedo vivir de esto. No se nos respeta.

¿Por qué esa falta de respeto?

La formación no está reconocida como si fuera una universidad. Y la música exige mucho. Después de 14 años de estudios no estamos reconocidos. No hay sitios adecuados para estudiar. Solo el conservatorio, donde hay ocho cabinas para todas las personas del Superior. Somos cuatro cursos de cada instrumento. Tienes que estudiar en casa o esperar una hora para que una cabina se quede libre. Si te denuncian en tu casa o te mudas o no estudias. La normativa contra la contaminación acústica no te deja hacer nada. No somos como un estudiante de derecho que le puede dedicar la madrugada a un examen, aquí tienes que respetar las horas de sueño.

¿Y tenéis apoyo de las administraciones?

No. En el conservatorio hay una clase cerrada porque la humedad puede desprender el techo. Debajo de uno de los escenarios tampoco. Se necesita un conservatorio nuevo con más lugares y aulas.

Pese a todo, ¿te gustaría dedicarte a la música?

Sí. Me gustaría tocar en orquestas por todo el mundo. Mi sueño es el Concierto de Año Nuevo en Viena o tocar en la Orquesta de Berlín. Pero a esto sobrevivimos porque nos gusta. Esto se hace por amor al arte.