«Lo peor del terremoto de México es el olor a podrido de los cadáveres»

Ellos rescataron varias decenas de cadáveres . Les hubiera gustado sacar a víctimas vivas, pero la situación en la que estaba el edificio con el que les tocó lidiar lo hacía complicado. La construcción tuvo un colapso que ellos llaman «tipo sandwich» , es decir, una capa del edificio encima la otra, sin huecos para resgauradarse y con menos posibilidad de albergar supervivientes.

Aún así, saben que quienes recuperaron los restos de sus seres queridos se lo agradecen. «Sacamos el cuerpo de Jorge , un chico de Málaga. La novia incluso vino a vernos a la base a gradecernos, para ellos es muy importante poder enterrar a su familia al menos», explica el teniente José Antonio Calvo .

Estuvieron 15 días trabajando las 24 horas. « Al llegar fue extraño . Cuando piensas en un terremoto te imaginas una ciudad derruida y no es así, va por barrios. Hay zonas donde la vida es normal y al lado, edificios colapsados y víctimas», cuentan.

Pero poco más puedes pensar una vez que te pones manos a la obra: «Te abstraes. Nosotros no sabemos trabajar a medias, siempre salimos a darlo todo» .