El último Pleno del Parlamento anticipa la campaña electoral en Andalucía

Según el orden del día que ayer salió adelante en la Junta de Portavoces, sus señorías van a aprobar la Ley de Economía Circular con los votos del PP, Ciudadanos y PSOE —y es más que probable que también con los de Unidas Podemos y los diputados no adscritos—, dejando a Vox solo en la Cámara en una norma a la que todos ven ventajas no sólo porque pretende imponer criterios de sostenibilidad sino porque puede abrir una oportunidad a las empresas andaluzas.

Aunque el debate más político será, como sucedió con el inicio de la XI Legislatura que ahora termina, sobre la corrupción. El Parlamento aprobará el dictamen de la comisión de investigación de la Faffe , la extinta fundación de la Junta que debía dar formación a los parados y cuyo dinero público terminó el clubes de alterne. Juanma Moreno inició su campaña electoral para las elecciones del 2 de diciembre de 2018 que lo hicieron presidente precisamente a las puertas del prostíbulo donde se gastó parte de ese dinero. Con la aprobación en el Parlamento del dictamen, se cierra el trabajo de tres años en los que la extinta Faffe ha ocupado muchas horas de interés mediático.

Con este paso, la Cámara considerará oficialmente y para la posteridad que Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz , los tres últimos presidentes socialistas han sido responsables políticos del escándalo de una fundación donde, además, se colocó a numerosas personas vinculadas al PSOE. Entre ellas, la propia mujer del candidato del PSOE a la Junta, Juan Espadas .

Los socialistas han maniobrado lo indecible para tratar de contrarrestar este debate planteando la creación de una comisión de investigación sobre los contratos de emergencia que la Junta de Andalucía, sobre todo el SAS, firmó durante los meses más duros de la pandemia. Al calor de los escándalos por el cobro de comisiones en la compra de mascarillas en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de esa capital, el PSOE andaluz lleva dos semanas denunciando contratos «bajo sospecha de fraude y abusos» y demandando información «para investigar».

El socialista Mario Jiménez ha denunciado la compra de una partida de mascarillas por parte del SAS a 10,28 euros la unidad en las mismas fechas en las que el Gobierno central las adquiría a 2 euros, el 20 de marzo de 2020. Un argumento que considera suficiente para que el Parlamento debata sobre la creación de una comisión de investigación al respecto. Es evidente que dicha comisión no se creará por el fin de la legislatura pero también que es un argumento electoral de los socialistas.

Sobre todo porque la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, se ha negado a incluir este asunto en el orden del día del Pleno ya que entiende que no se han cumplido los plazos legales establecidos para ello. Ante esta situación, el PSOE ha amenazado con acciones legales contra la Cámara ya que su portavoz, Ángeles Férriz , ha invocado el artículo 72.4 del Reglamento de la Cámara para que el asunto se debata en el Pleno y así poder ponerle el foco público.

Los nervios en el Parlamento también se dejan notar en sus principales representantes. El PSOE y Unidas Podemos lograron que se aprobase la celebración de un pleno extraordinario sobre las consecuencias económicas en Andalucía de la guerra de Ucrania y su crisis asociada, con los votos favorables de Vox y la abstención de Ciudadanos que rompió, por primera vez en la legislatura su unidad de voto con el PP. Hasta la secretaria de Relaciones con el Parlamento, Elena Sumariva (que es de Ciudadanos) votó en contra. La portavoz naranja, Teresa Pardo, tuvo una confusión que no reconoció públicamente aduciendo que su voto abstencionista mostraba «que con Vox no vamos a ninguna parte».

En este clima, todos los portavoces de la oposición coincidieron en sus críticas al presidente Juanma Moreno por sus palabras ambiguas sobre la fecha electoral. De «sainete» a «cachondeo» además de acusarlo de «soberbia».

El socialista M ario Jiménez calificó a Moreno como un «presidente frívolo» por estar protagonizando «una comedia sin gracia, un sainete» con el baile de fechas electorales. Para los socialistas, este «juego» es la prueba de que no piensa en los intereses de los andaluces y de que su objetivo es desviar la atención de lo que «ocurre en Andalucía».

También desde Vox hubo palabras gruesas. Manuel Gavira considera que Andalucía requiere de «responsabilidad y seriedad y no el cachondeo que estamos viviendo en las últimas semanas. Juanma Moreno no es nada serio». Unidas Podemos tiene una opinión similar. Inmaculada Nieto acusó a Juanma Moreno de «irresponsable, frívolo y muy soberbio» , además de acusarlo de «desestabilizar Andalucía con una frivolidad que es impropia».