La triste historia de la Casa de la Alegría

El colectivo Paralelo 36 denunciará hoy ante el Defensor del Pueblo, José Chamizo, que la Junta está construyendo el Centro de Investigación de la Memoria de Andalucía justo delante de la última residencia de Blas Infante, en la localidad sevillana de Coria del Río, pese a que esta vivienda fue declarada en 2006 Bien de Interés Cultural (BIC) por el propio Gobierno andaluz, lo que supone la protección del edificio y su entorno. Según Paralelo 36 «su observación desde los cuatro puntos cardinales oculta y convierte en anécdota la propia casa de Blas Infante. Lo periférico y anexado (el Centro de la Memoria) se convierte en el núcleo. Lo central y simbólico (la casa de Blas Infante) en anécdota», denuncia.

Esta casa, ejemplo de arquitectura andalusí bautizada por Infante como «Dar al Farah», la Casa de la Alegría, fue calificada por el ex consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, como «uno de los inmuebles de mayor importancia simbólica para la historia contemporánea de Andalucía». Sin embargo, el colectivo Paralelo 36 denuncia que es la propia Junta la que ha «afectado y alterado» el entorno pese a su catalogación y la protección que debe conllevar un edificio inscrito como monumento en el BIC.

Paralelo 36 denunciará hoy ante el Defensor la «anulación física y simbólica» de la casa de Blas Infante. «Consideramos, cuanto menos confuso, que ante la declaración del año 2010 como «Año de Blas Infante» el recinto simbólico de la casa del Padre de la Patria andaluza se convierta en un parque temático desprovisto, anulado y camuflado su valor simbólico más trascendental: el lugar donde vivió, elaboró parte de su pensamiento y de donde salió para ser asesinado».

«Dar al Farah» se alza sobre la única colina de Coria del Río, lo llamaban el castillete por su original construcción andalusí. Hasta allí se llevaron su bandera y el azulejo original con el escudo de Andalucía que se mantuvo a salvo todos estos años. Hoy luce una copia en la fachada. Delante de la casa se han erigido 960 metros cuadrados de una edificación que no es más, según Paralelo 36, que un acto de «ocultación» de la Junta sobre la figura de Infante.