Susana Díaz y Juanma Moreno se asoman al balcón

Susana Díaz lleva varias semanas reuniéndose con las direcciones provinciales y los cargos públicos del PSOE en las diferentes provincias y este jueves optó por una visita institucional a la Axarquía malagueña, a las localidades de Frigiliana y Algarrobo , las dos gobernadas por alcaldes socialistas lo que es complicado en una zona donde el PP es el partido hegemónico.

El discurso de la presidenta en estas visitas ha estado centrado en lo que más importa a los andaluces: el empleo. Así, Susana Díaz aseguró que 2018 va a ser un buen año para la economía andaluza, con «muchas oportunidades que hay que explotar». Un mensaje optimista que, además, ha centrado en un sector concreto de la población. La presidenta insistió en que está dispuesta a ayudar a los mayores de 45 y 55 años «a los que la crisis se ha llevado por delante» a volver al mercado laboral. Así, anunció que antes de final de año se van a poner en marcha programas específicos destinados a este colectivo.

En Frigiliana, Susana Díaz habló de la importancia del Turismo, paseó por el pueblo y saludó a todos los vecinos con los que se encontró antes de firmar en su libro de honor.

En Algarrobo , la otra localidad malagueña que visitó ayer la presidenta, su intervención se centró en la agricultura, en su apuesta por el sector de tropicales y la defensa de las aguas regeneradas en Andalucía . Susana Díaz defendió que uso de aguas regeneradas de la depuradora para el riego agrícola «cumpliendo la ley y los parámetros ambientales para que ese agua se pueda utilizar cuando hay necesidad».

Resulta curioso destacar que es la primera vez que un presidente de la Junta visita la localidad de Algarrobo, que tiene una población de seis mil habitantes. «Cumplo así mi objetivo de ser la presidenta de todos los pueblos de Andalucía, ya sean grandes o pequeños, para que los ciudadanos sientan que no hay diferencias ».

La visita amable de la presidenta sólo encontró respuesta negativa a través de los medios de comunicación. El portavoz del PP de Málaga, José Ramón Carmona, quien preguntó por las promesas incumplidas: el puerto deportivo entre Nerja y Torrox, los nuevos juzgados de Torrox o la ampliación del Hospital Comarcal de la Axarquía.

Juanma Moreno también cogió la carretera para salir de Sevilla donde tiene su centro de operaciones . Y eligió nada menos que Granada, una tierra cuyo presidente provincial, Sebastián Pérez, apoya abiertamente a Dolores de Cospedal para liderar el partido, justamente en las antípodas de Juanma Moreno que pertenece al «clan de los sorayos» aunque no se ha pronunciado públicamente sobre sus preferencias en el orden interno.

Tampoco ayer quiso hacerlo defendiendo la libertad de todos los militantes a votar a su candidato.

Moreno visitó el Paseo de los Tristes para denunciar la mala gestión de la Alhambra y pedir al Gobierno andaluz más transparencia y participación de los empresarios en la gestión del monumento más visitado de España. También tenía un mensaje local: los ingresos de explotación de este monumento deben revertir en «rehabilitar, restaurar y embellecer el Albaicín», la zona monumental de Granada que está deteriorada.

El líder popular mandaba un recado a Susana Díaz: seguirá presionando con la paralización de la reforma de la financiación autonómica, que ha sido asunto central en el discurso de la presidenta contra Mariano Rajoy.

Juanma Moreno quiere señalar la «incoherencia» de la Junta que ahora se conforma con el aplazamiento que ha propuesto Pedro Sánchez y unas supuestas «mejoras» en la financiación para Andalucía de las que, de momento, nada se sabe.

El popular se ha convertido ahora en el principal defensor de un modelo de financiación para las comunidades autónomas que aprobó en el Parlamento pero que dijo, en varias ocasiones, que no compartía. Ahora se ha convertido en una valiosa arma política frente a Susana Díaz que permanece completamente en silencio en este asunto. Y así estará hasta el 23 de julio cuando se reuna con Pedro Sánchez en la Moncloa.