El sector del jamón pone a caldo al semáforo nutricional del Gobierno

La directora general de Consumo del Gobierno, Bibiana Medialdea , admitió en una entrevista en Canal Sur «la excepción» que representa el aceite de oliva en la calificación del nuevo sistema teniendo en cuenta al aval científico sobre sus bondades; si bien, en el caso del jamón ibérico dejó una incógnita supeditada al aval de nuevos «estudios científicos» sobre este producto. Medialdea admitió que el semáforo nutricional se trata de «una simplificación y siempre se pierde información y se cometen errores».

La ocurrencia ha puesto en guardia a los productores de jamón ibérico. «Ahora resulta que es saludable beber refrescos y no tomar aceite de oliva o consumir bollería a diario y no jamón ibérico». En la Sierra de Huelva, referente de la producción de jamón a nivel internacional bajo la marca Jabugo, el sistema de etiquetado Nustriscore ha desatado la indignación de los productores. El presidente del Consejo Regulador de la D.O. Jabugo, Guillermo García-Palacios, ha calificado de «ataque gratuito» la valoración que se da en el semáforo nutricional a uno de los productos estrella a nivel mundial y marca España y que bendicen los estudios médicos por sus propiedades y alto contenido en ácido oleico.

El sistema sitúa al pata negra de Jabugo en la franja roja. «Es del todo incomprensible, no se puede entender que la Administración española no proteja a sus productos, amparados por Bruselas y con una tradición de producción de siglos, y los ponga en jaque. ¿Cómo se puede atentar así contra ellos?», repetía ayer el representante de Jamón de Jabugo que ha pedido a Consumo que «sea consecuente» y saque de esa clasificación al ibérico.

García Palacios reconoce «tener envidia» de los ganaderos y agricultores franceses, cuya administración «lucha a capa y espada por los suyos», en contraste con lo que ocurre en España.

La indignación en la Denominación de Origen Los Pedroches no es menor, allí tachan la decisión del Ministerio de Consumo como auténtico «disparate», en palabras de su presidente, Antonio Jesús Torralbo. Evidencia, sostiene, un total «desconocimiento» ante un producto como el jamón ibérico cuyas grasas, «que son las que penalizan, son insaturadas». Además, desde la DO se pone en valor la acreditación a nivel nutricional como producto saludable que ha alcanzado el jamón 100% ibérico de bel lota. De igual modo, se acentúa el hecho de que estas noticias lleguen en momentos cruciales para un sector en horas bajas por el cierre de su principal canal de venta debido a la crisis sanitaria. «Es lo que nos hacía falta a los ganaderos e industriales que hacemos un producto artesanal que se está enfrentando al cierre de la hostelería, pero que en los últimos años venimos haciendo frente al Brexit, los aranceles americanos, el cierre por la pandemia y para concluir, esta definición», detalló el presidente de la DO.

En ese sentido, desde la Denominación de Origen y otras asociaciones se está trabajando, para igual que ha ocurrido con el aceite de oliva, Consumo retire esta catalogación al jamón ibérico. «Quizás no hemos saltado a la opinión pública como el mundo del aceite, pero estamos trabajando en frenar este disparate porque nuestro producto está cien por cien acreditado», sentenció.

A pesar de que el ministro haya anunciado que sacará al aceite de oliva del sistema, el sector recela del mismo. El gerente de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén, Antonio Guzmán, considera que el sistema menosprecia la estrecha relación del aceite de oliva con la dieta sana y equilibrada. Y advierte de que, aún así, causará graves perjuicios a un producto capital en la alimentación europea , cuya aportación a la salud está avalada por la comunidad científica.

El sistema obvia, según Guzmán, que el aceite de oliva es una fuente de antioxidantes naturales, ya que solo tiene en cuenta las calorías, grasas, azúcares, contenido en sal, proteínas y fibras. Y añade que Nutriscore tomaba como referencia el consumo de 100 gramos de producto, cuando la ingesta de aceite de oliva se realiza en cantidades muy inferiores.

La organización no está en contra de que se etiqueten los alimentos, pero rechaza un modelo que confundirá al consumidor, según Guzmán, quien asegura que con el sistema Nustriscore su percepción será negativa , dado que cuando observe que un refresco de cola sin calorías tiene mejor catalogación que el aceite de oliva puede interpretar que es un producto más sano.