Andalucía cuenta con mantener las restricciones al menos durante un año

Aguirre afirma que en tanto no se vacune de forma generalizada a la población, algo que no cree que suceda hasta «la primera mitad del primer semestre» de 2021, el número de pacientes ingresados por coronavirus fluctuará, pero «llegar a cero será casi imposible» .

Aguirre participó este lunes en la apertura de la subcomisión de Sanidad y Salud Pública que en el Parlamento reúne a profesionales convocados por la comisión de estudio para la recuperación económica y social tras la crisis del coronavirus. En su informe, el consejero mostró preocupación ante la llegada de personas de fuera a la comunidad autónoma y aseguró que por parte de su departamento, «el control será el mismo» para la población que llegue a la región, ya sea «por avión o por patera».

En relación al riesgo de rebrotes, el consejero aseguró que desde su departamento se está «luchando de una forma muy importante para intentar tener el máximo de control» y evitar que la «desescalada» pueda llevar a la comunidad a «volver otra vez al punto de partida» de la crisis sanitaria, algo que «no lo aguantarían ni la sociedad ni la economía andaluza».

En este sentido insistió en que la Junta no dudará en «restringir» la movilidad y volver «atrás» en la relajación de algunas medidas e incluso cerrar una ciudad para «primar la salud de los andaluces y la prevención de contagios».

Las restricciones estarán vigentes hasta que el Gobierno de la Nación dé por finalizada la crisis sanitaria. El consejero estima que esto no sucederá «antes de que tengamos una vacuna con la que hayamos conseguido vacunar al 70-80% de la población andaluza», según ha reiterado, por lo que «hasta bien entrada la próxima primavera» calcula que estará en vigor la normativa aunque esté «en constante revisión».

En la subcomisión participaron este lunes representantes de colectivos profesionales sanitarios. El presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Emilio García de la Torre, elogió la respuesta del SAS por generar credibilidad algo que relacionó con que Andalucía haya sido la comunidad con menos casos. Previamente había criticado que no se tomaran por el Gobierno medidas drásticas en cuanto a aglomeraciones antes del 14 de marzo, «que ha sido la principal causa de la pandemia». Para el portavoz de la profesión médica hay que mantener la información sobre las medidas preventivas , garantizar los suministros de EPIS y respiradores necesarios y potenciar la industria andaluza para la fabricación de esos equipos sanitarios. Además, aboga por implantar la especialidad de geriatría, mantener el uso de la telemedicina, «consolidar» la red de atención primaria, «subir» el presupuesto en salud y «un pacto por la sanidad».

Por su parte, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería consideró «de vergüenza» que Andalucía tenga una de las ratios más bajas de enfermeros y abogó por un cambio del modelo de atención sociosanitaria más centrada en la atención a pacientes crónicos.

Por los farmacéuticos, Antonio Mingorance advirtió sobre lo que hubiera ocurrido si por la subasta de medicamentos «dependiéramos de dos moléculas en China e India y hubieran cerrado las fronteras».

Los sindicatos fueron más agresivos. Rafael Carrasco por el Sindicato Médico elevó su «enérgica queja» por los errores que llevaron a la falta de medidas de protección mientras pedía a la Junta de Andalucía que compense el esfuerzo realizado y aumente su inversión.

El secretario del Sindicato de Enfermería (Satse), José Sánchez, calificó con un tres sobre diez la gestión de la Junta en una pandemia que «ha puesto en evidencia la debilidad del sistema sanitario andaluz».