Réquiem judicial para el «régimen» socialista andaluz

Ayer, Susana Díaz se quedó recluida en el despacho donde recibió la noticia en compañía de sus leales: Cornejo, Fiscal, Jiménez Barrios y Sánchez Haro. En el ambiente, el propio del equipo de un boxeador noqueado. Hubo línea directa con Ferraz para preparar el argumentario y evitar disonancias. Y fue el secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo , quien asumió ser portavoz ante la prensa y «lamentar profundamente que estos hechos se produjeran». La teoría tan extendida por el PSOEde que esta era una cuestión «de cuatro golfos» se desmoronó al mediodía de ayer para siempre.

Cornejo fue la única voz entre los socialistas andaluces. Su mensaje para pasar página se resume en tres ideas: la pena política ya está pagada, Chaves y Griñán no se llevaron un duro y ningún político activo está inmerso en este proceso.

Ábalos cumplió prácticamente el mismo guión, pero Susana Díaz y su entorno saben cuánta munición lleva implícita esta condena contra sus intereses políticos en la larvada crisis interna por el poder de la más importante federación socialista, en la que Pedro Sánchez no pierde oportunidad para ganar terreno.

Prueba de que esa es ahora la preocupación en las filas socialistas del «susanismo» es que hubo ayer quien recordaba a quien quisiera escuchar que casualmente María Jesús Montero, hoy ministra en funciones –y en las quinielas una de las aspirantes a suceder a Díaz al frente del partido en Andalucía– fue consejera de Salud con Chaves y Griñán y miembro de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos que controlaba la ejecución y gasto del presupuesto de la Junta, antesala de su nombramiento en 2013 como consejera de Hacienda. Otros preferían recordar que Susana Díaz era secretaria de Organización socialista durante el mandato en Sevilla de su valedor José Antonio Viera...

Mientras, en Madrid se pedía la dimisión de Pedro Sánchez como consecuencia inmediata de la sentencia. Los dardos más envenenados de las reacciones llegaban en Andalucía del partido en el que pretende el presidente cimentar su nuevo Gobierno. Porque Podemos aquí es Adelante y Teresa Rodríguez no es precisamente la mejor aliada de Pablo Iglesias. La lideresa de la formación morada en Andalucía encontraba en la sentencia la clave de por qué el PSOE ganaba reiteradamente las elecciones en Andalucía. Su valoración iba al mentón socialista: « El PSOE andaluz definitivamente se ha visto ante la sociedad andaluza como lo que es, un partido cargado de corrupción que ha sobrevivido durante 40 años haciendo trampas y utilizando dinero que era de todos para sus propios fines personales». Como Rodríguez dice solo pensar en Andalucía mandó su recado a Iglesias: «El actual PSOE es el mismo que aquel PSOE».

El revés de Rodríguez tenía también como objetivo a Susana Díaz, como adelanto de lo que puede esperar a su izquierda: «No nos hemos cortado ni un pelo en pedir responsabilidades dentro del PSOE respecto a las personas que convivieron con aquella situación, y Susana Díaz fue una de ellas, aunque a ella de todas formas la han castigado los votantes», dijo Rodríguez.

En la otrora mansión del poder socialista, el Palacio de San Telmo, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, lanzaba un mensaje institucional vía plasma sobre lo que calificó como «un día triste para Andalucía». No había lugar a preguntas. «Me siento en la obligación de manifestar la vergüenza que esta sentencia supone para la institución que presido» , indicó Moreno, para de inmediato asegurar que con el nuevo Gobierno «el tiempo de la corrupción, del descaro y desvergüenza se han acabado».

La corrupción es historia, según el presidente. Aunque una historia tan reciente que el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, antaño socio de investidura de Susana Díaz en la era «post ERE» se permitió recordar que durante la Presidencia de Susana Díaz se pidió el archivo de la causa y la Junta se retiró de la acusación, por no hablar de la obstrucción reiterada que realizaba la Junta a los requerimientos de la instructora, como en numerosas ocasiones puso de manifiesto la juez Alaya. Marín recordó que la dimisión como diputados de Chaves y Griñán fue una imposición de Ciudadanos para firmar aquel pacto de investidura y cómo entonces le llamaron «chantajista». El también consejero de Justicia en el Gobierno andaluz calificó el caso como «el más importante de corrupción de España y me atrevo a decir que de la historia de Europa».

El vicepresidente espera que se recupere el dinero para lo que plantea que «se pueda reclamar por vía civil», porque «cada euro que se pueda recuperar irá destinado a los parados andaluces, porque para eso vino y para eso se tuvo que utilizar».

«Estoy convencido de que ni los votantes ni los militantes del Partido Socialista se merecen esto, y estarán tan avergonzados como lo estamos todos», manifestó Moreno. «Nos han querido vender que eran algunos miembros del Gobierno los responsables, pero era una trama para delinquir con el dinero de los parados».

En la búsqueda de titulares, quien mejor se aplicó en sus reacciones fue la secretaria general del PP andaluz. Loles López dijo que el fallo ha «sentenciado al PSOE andaluz», porque ha «quedado claro que los ERE son el PSOE y el PSOE son los ERE». Se acordó de la moción a Rajoy. Donde las dan...