Los rastreadores del Covid, tras la huella de las fiestas que propagan el virus en Andalucía

Casi 10.000 personas tratan de frenar la cadena de transmisión tras detectar cada caso de coronavirus

Coronavirus Andalucía: El 18% de los ingresados por Covid tenían la pauta de vacunación completa

Rastesradores de Córdoba repasando casos del día en una imagen de archivo Valerio Merino

Casi 1.000 personas trabajan en Andalucía en la vigilancia epidemiológica del Covid-19 a jornada completa. Son el personal de vigilancia epidemiológica. A ellos se suman 8.780 a jornada parcial y 120 militares cedidos por el Ministerio de Defensa. En ... total, más de 9.600 rastreadores cuya tarea es identificar los contactos de quien se contagia de Covid-19 y cortar la cadena de transmisión.

Jaén es donde más personal a tiempo completo trabaja trazando líneas de contagios (son 185 epidemiólogos), seguido de Granada (147); Málaga (135); Sevilla (133); Cádiz (126); Almería (106); Huelva (66) y Córdoba (58).

Estos profesionales empezaron a rastrear contagios el verano pasado tras acabar el confinamiento estricto. Su trabajo sirvió para atajar brotes de Covid. Un año después, su importancia sigue siendo capital. Ahora que los focos de contagios están más localizados al haberse inmunizado a la población más vulnerable, son lo jóvenes sobre todo los que están protagonizando en Andalucía la mayoría de los contagios. Prueba de ello es que la incidencia acumulada entre los andaluces de 15 a 29 años es el triple que en la población general.

Los rastreadores son conscientes del perfil que ahora llaman. Lo explica uno de los técnicos en vigilancia epidemiológica de Sevilla, Eduardo Briones: « Lo que más nos encontramos es claramente gente joven. La mayoría de los casos se concentran en las personas menores de 40 años». ¿Por qué? Briones señala que eso debe a que no están inmunizados y porque «tienen mucha más vida social» que otros grupos de población.

«La última semana hemos tenido varios brotes en Sevilla de jóvenes que habían ido de viaje a Mallorca, el Algarve, fiestas de fin de curso... Son gente muy joven de menos de 20 años». A esa gran vida social los expertos añaden la llegada de la variante Delta del virus, más contagiosa. «Ha llegado más tarde que a otros sitios pero ya tenemos casos» , confirma Briones.

Un militar en tareas de rastreo ABC

La cuestión es que los jóvenes no solo se contagian más sino que también tienen más contactos. Los expertos en vigilancia epidemiológica señalan que si una persona tiene de media cuatro contactos a los que contactar, un joven tras una fiesta reporta quince o veinte. En el caso de un brote familiar son hasta ocho normalmente.

El cóctel de mayor vida social, más contactos en cada encuentro con gente y la variante Delta es lo que tiene preocupados a los rastreadores. No tanto por la gravedad con la que puedan desarrollar la enfermedad los jóvenes como porque lleven el virus a sus casas, donde alguien de más edad, quizás sin la pauta completa de la vacuna, puede contagiarse.

Del miedo a la playa

Cuando el año pasado los rastreadores empezaron a hacer su trabajo notaban cómo la gente les cogía el teléfono con miedo . No había tanta información como ahora ni tampoco una vacuna. Ya no es así, la gente no descuelga con miedo. « Nos hemos habituado », explica Briones, que sí se queja de que le ha pasado más de una vez llamar a un posible contagiado que asegura estar en su casa «y estás oyendo de fondo las olas del mar y la gente gritando».

También hay quien no lo coge « porque sabe que los vas a mandar a hacer cuarentena y a lo mejor justo empiezan sus vacaciones», añade este trabajador de Salud. Pero son los menos, puntualiza. «La inmensa mayoría colabora», explica. De hecho, «ahora hay mucha responsabilidad. Ha ido aumentando desde hacer un par de semanas, cuando empezó el repunte de casos porque la gente se ha concienciado de que no podemos dejar que se nos vaya de las manos».

De todos modos el trabajo de estos profesionales imprescindibles para frenar el avance del Covid-19, sigue teniendo dificultades a pesar de la concienciación de los andaluces. «Lo más complicado es la cantidad de casos que tenemos y querer llegar a todos. Los centros de salud y la Atención Primaria estamos un poco saturados », señala Briones. Para este experto en epidemias, sus tareas más difíciles están en «poder trazar bien de manera completa todos los contactos, hacer bien las entrevistas , poner a la gente en aislamiento, resolver las dudas...»

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Bienal
Dos años por 19,99€
220€ 19,99€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
3 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 3 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios