El PSOE andaluz sostiene a Ignacio Caraballo y no lo obligará a dimitir, al menos de momento

Así lo ha confirmado en la mañana de este miércoles el portavoz parlamentario del PSOE andaluz, José Fiscal , quien ha sido más que parco en palabras al ser cuestionado por la decisión que tomará el partido en este asunto. «Es un paso más (la imputación) y expresamos nuestro respaldo a la Justicia» , dijo.

El Código ético del PSOE establece que sus cargos públicos deberán dimitir cuando se les abra juicio oral, lo que todavía no se ha producido. No obstante, Manuel Chaves y a a José Antonio Griñán, la propia Susana Díaz los forzó a dimitir cuando fueron imputados en el Caso ERE. Precisamente en la misma situación procesal en la que se encuentra ahora Caraballo.

Una doble vara de medir que José Fiscal tampoco ha querido explicar «no son casos comparables», ha dicho por toda respuesta. La crisis del PSOE de Huelva tiene también importantes consecuencias internas no sólo para la Diputación de Huelva sino, también para la estabilidad del partido.

Visiblemente molesto, José Fiscal, no ha querido pronunciarse si él optaría a la Secretaría General de esta provincia si Caraballo tuviese que abandonar el cargo orgánico. «Estoy muy centrado en ésto (su trabajo como portavoz en el Parlamento andaluz) y ya veremos lo que tenga que suceder. De todas formas serán los militantes los que decidan. Deseo que mi secretario general (Ignacio Caraballo) acabe lo mejor posible».

Sin embargo, este debate no es sencillo ya que una de las personas de referencia del PSOE de Huelva es precisamente Mario Jiménez , el exportavoz parlamentario del PSOE que acaba de ser purgado por Susana Díaz. Si se abriese un proceso interno se medirían las fuerzas de la lideresa andaluza y uno de sus principales enemigos políticos con un resultado que, cuanto menos, resulta incierto para Susana Díaz.

Por su parte, los portavoces del PP, José Antonio Nieto, y Ciudadanos, Sergio Romero, han pedido la dimisión de Ignacio Caraballo. Según Nieto, «siguiendo el mismo criterio que el PSOE sigue cuando no se trata de una persona de sus filas» y, porque «mancha el partido y puede manchar a toda la política», según Sergio Romero.