La primera «levantá» de atunes arroja 60 ejemplares en la almadraba de Zahara
Los productores donan de este inicio de campaña una cantidad al Banco de Alimentos y a municipios almadrabreros
Romualdo Maestre
Por fín se tranquilizaron las aguas del Estrecho y los almadraberos pudieron hacer su primera «levantá» de atunes de 2020. Cabe recordar, como adelantó este periódico que, estaba prevista que hubiera sido el miércoles de esta semana de abril que aún no ha ... acabado y que se fue posponiendo hasta hoy por el tema del estado del mar.
En total, han sido unos 60 ejemplares de atunes rojos salvajes procedentes de la almadraba de Zahara de los Atunes los primeros en ser capturados, informan desde la Organización de Productores de Almadraba, la OPP51 que agrupa a las de Zahara, Conil y Tarifa. Los túnidos fueron descargados en el Puerto de la Albufera de Barbate para su posterior ronqueo o despiece artesanal y comercialización . Mientras dura la temporada, hasta junio más o menos, se venderá una parte en fresco. Para mantener el producto durante todo el año también se ultracongela a menos 60 grados . De esta manera no pierde calidades. El 50 por ciento de las capturas de estas tres almadrabas las compra la empresa especializada Gadira.
Dada la excepcional situación ocasionada por el Covid-19, las almadrabas representadas en la OPP51 destinarán parte de las capturas de hoy al Banco de Alimentos de Cádiz, que gestionará la entrega de atún rojo salvaje de almadraba a las personas más desfavorecidas de la provincia. Además, se están gestionando donaciones con los ayuntamientos de los municipios almadraberos, que será distribuidas por asociaciones locales, informan los productores.
Grandes dificultades esta campaña
Con la «levantá» de hoy en Zahara de los Atunes -la primera de las tres almadrabas de la OPP51 en faenar- se inaugura oficialmente una campaña con grandes dificultades para esta pesca trimilenaria y sostenible que se da únicamente entre abril y junio en la costa de Cádiz. A la problemática de las especies invasoras, como la alga asiática, que perjudicaron las labores de pesca el pasado año, se suma la actual crisis sanitaria y su impacto en el consumo a corto y largo plazo.
Y es que esta pesquería artesanal depende mayoritariamente de la comercialización en la hostelería, un sector muy perjudicado por el Covid-19 a causa del cierre temporal de locales y con un futuro muy complejo por delante.
Así, a pesar de unos obstáculos sin precedentes, la OPP51 ha decidido mantener activas sus tres almadrabas, minimizando la repercusión que podría tener el freno de un sector generador de riqueza y empleo en las localidades almadraberas.
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