La presidenta de la Junta de Andalucía fue a por 4.000 millones pero volvió de vacío

Porque 350 millones de euros corresponden al aumento en dos décimas del déficit público ; es decir, es dinero de más que se puede gastar el Gobierno andaluz o, lo que es lo mismo, el dinero que no tendrá que recortar en sus inversiones para el próximo ejercicio presupuestario, pero no fondos que vienen transferidos desde el Estado.

A esta cantidad se suman otros 150 millones de euros que corresponden a la liquidación de las entregas a cuenta con cargo al sistema de financiación autónomica, si bien no quedó muy claro a qué concepto exacto se atribuyen. Una cantidad que correspondía a Andalucía de todas maneras, con Sánchez o con Rajoy en el Palacio de la Moncloa.

Hay que tener en cuenta que Susana Díaz exige 4.000 millones de euros al año más para sufragar los servicios públicos de Andalucía y para ello cuenta, además, con el aval del Parlamento andaluz. Sin embargo, ayer se conformó con «el cambio de postura» de Pedro Sánchez sobre este asunto ya que al principio de llegar dijo que no se abordaría y ayer se comprometió a impulsar el grupo político acordado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para trabajar en la reforma del modelo.

Susana Díaz, sin embargo, reconoció públicamente que no había analizado la propuesta andaluza para reformar la financiación «no hemos entrado en la literalidad del acuerdo».

Según la información pública que trasladaron ambas administraciones, la reunión entre Susana Díaz y Pedro Sánchez sí se cerró con acuerdos concretos... pero para los Presupuestos Generales del Estado de 2019 . Unas cuentas que Sánchez tendrá muy difícil sacar adelante por su bajo número de diputados en el Congreso y la mayoría absoluta del PP en el Senado.

Así, para ese ejercicio de 2019, el Gobierno de España se compromete a cumplir con las inversiones contempladas en el Estatuto de Autonomía . Es decir, con destinar a Andalucía el 18% del total del dinero para inversiones en todo el Estado, correspondiendo así su peso poblacional.

Unos fondos que se van a destinar a cumplir los plazos para el Corredor Ferroviario Mediterráneo (que está previsto para los años 2020-2021), la agilización y puesta en marcha del AVE a Granada (que también estaba previsto), así como la firma «inmimente» de un acuerdo para el Metro de Sevilla entre el Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento.

También se ha prometido un plan especial de empleo que desde la próxima semana van a empezar a negociar la ministra de Trabajo y el consejero del ramo, además de comprometerse con aumentar la carga de trabajo para el astillero de Puerto Real con el quinto petrolero y las corbetas militares para el astillero de San Fernando, a los que habría que unir.

Lo que sí tendrá efecto inmediato es la salida a los mercados bancarios de la Junta para financiar su deuda y obtener liquidez , una demanda que lleva en el Ministerio de Hacienda desde el mes de enero y que no había tenido respuesta por el momento. Ahora sólo falta que el Gobierno andaluz entregue un plan plurianual de deuda.

También hubo acuerdos simbólicos, pero en este caso relevantes, sobre el sector agroalimentario andaluz . Así, el presidente del Gobierno se ha comprometido a defender la aceituna de mesa frente a los duros aranceles de EEUU, además de asegurar a Susana Díaz que Andalucía no perderá cuota en la negociación de la siguiente PAC.