Pilotes de acero contra los «narcoembarcaderos» de la ribera de San Roque

Ayer se retiraron los restos de la antigua barrera mientras se ha iniciado el proceso de fabricación de los pilotes especiales , de 80 centímetros de diámetro y rellenos de hormigón que se fijarán sobre el lecho del río a una profundidad que les permitirá mantener su verticalidad. Los pilotes irán unidos por una o dos barras metálicas, en función de la profundidad del Guadarranque y calculando la variación del nivel del agua entre pleamar y bajamar.

«Desde el punto de vista de la impermeabilización del río, con esta nueva barrera no será posible el paso de ninguna embarcación, lancha o moto acuática, lo cual facilitará el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su combate contra el narcotráfico y dará respuesta a las demandas de los vecinos de las márgenes del Guadarranque», destacó ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz .

Con carácter previo a los trabajos en curso de Tragsa, que ha recibido una encomienda de gestión, ha sido necesario elaborar el estudio de soluciones, los estudios geotécnicos y el proyecto básico, elevar informes preceptivos a la Dirección General de Costas, a la Junta de Andalucía y a los ayuntamientos de Los Barrios y San Roque, además de solicitar la autorización de uso a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras para la ejecución de la barrera.

El compromiso de poner coto a los «narco embarcaderos» de San Roque lo adoptó Antonio Sanz hace un año, cuando comprometió la inversión del Ministerio del Interior después de una exitosa operación policial contra el tráfico de estupefacientes que arrancó en 2014 y que se saldó con la detención de 29 presuntos narcotraficantes —la mayoría en el Campo de Gibraltar— y la incautación de 4,7 toneladas de hachís.

La red criminal, de la que formaba parte de uno de los principales narcos que operan en la comarca —un marroquí de 32 años conocido con el alias de «Messi» —, contaba una vivienda ubicada junto al Guadarranque con embarcadero para botar las seis lanchas con motores fuera borda que utilizaban para ir a Marruecos , cargar el hachís y regresar a España. Ante esta evidencia, Interior optó por blindar el río.