Pedro Sánchez inicia el cerco a Susana Díaz para relevarla en el PSOE andaluz

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy la destitución de la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, cuya designación había sido fruto de un acuerdo entre el secretario general del PSOE y la dirigente regional, que se interpretó como la firma de una tregua con la expresidenta de la Junta que no era tal, sino que Sánchez decidió aplazar la pugna para centrarse en las urgencias de la gestión y la complicada relación con su socio de gobierno.

Pero los tiempos y las prioridades han cambiado, sobre todo después de que Susana Díaz, haya iniciado una gira por los pueblos de Andalucía para recabar apoyos. Antes y después de reunirse con el secretario de Organización, José Luis Ábalos , la secretaria regional del partido ha dejado claro que no piensa dar un paso atrás en sus expectativas de seguir al mando de la federación cuando se ponga en marcha el proceso de primarias. Enfrente tendrá a una legión de críticos y a la dirección federal, que apremia al alcalde de Sevilla, Juan Espadas , para que encabece un proyecto alternativo que dispute la Presidencia de la Junta al popular Juanma Moreno.

Con los tambores de guerra sonando, Sánchez ha roto de manera unilateral el pacto con Díaz que facilitó el nombramiento de Sandra García. Una clara declaración de hostilidad que se ve refrendada por otro hecho: el sustituto de la delegada granadina será Pedro Fernández Peñalver , alcalde de Baza, vicepresidente primero y portavoz de la Diputación de Granada. Otro apunte importante: el nuevo delegado no es afín a la líder andaluza.

Desde la dirección federal llamaron ayer a la sede regional de San Vicente para comunicarle el relevo de Sandra García, una persona «de total confianza» de Susana Díaz que apenas ha durado catorce meses en el cargo. Su reemplazo venía barruntándose en las últimas semanas, pero es ahora cuando se dan las condiciones para ejecutarlo.

Este movimiento tiene muchas claves y varios destinatarios, empezando por Susana Díaz, que sale debilitada. El aparato federal deja en papel mojado el pacto suscrito con ella, que había tomado la delantera emprendiendo una gira por todos los rincones de Andalucía para rearmarse de cara al congreso . Ferraz reacciona ante las quejas de los críticos, que le habían apremiado de manera insistente para que se moviera y evitara así que Díaz se afianzara en el cargo.

La dirección de Sánchez manda un mensaje inequívoco a la militancia de que su candidata no es la expresidenta tras perder la Junta de Andalucía después de casi 37 años de gobierno . De paso, con el cese de la delegada del Gobierno mete un plus de presión a Espadas para que deje de deshojar la margarita. El alcalde de la capital más poblada en poder del PSOE había pedido más tiempo al aparato federal para pensar y decidir si finalmente da un paso al frente en la contienda interna.

La onda sísmica del relevo en la Delegación del Gobierno puede tener réplicas en otras instituciones, como la Diputación Provincial de Sevilla. El sector sanchista había pedido el recambio del presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, un hombre que pertenece al núcleo duro de Susana Díaz y que preside el PSOE sevillano. La dirección federal del partido y la federación andaluza pactaron que permaneciera sólo un año.

El aniversario se cumplió a mediados de 2020 y Villalobos, que lleva más de tres lustros al frente de la institución, sigue en el puesto. Su imputación judicial por las ayudas supuestamente arbitrarias a la feria agroganadera de la Pará de Gines puede precipitar su marcha, señalan fuentes socialistas. Candidatos a la sucesión no le faltan. Suena el nombre del alcalde de Mairena del Aljarafe, Antonio Conde, como avanzó ABC.

El movimiento de fichas tiene otra lectura interna. Ferraz manda un aviso a los afines a Susana Díaz para que cambien de barco ahora que Ferraz ha dado un giro de timón. Aún están a tiempo de saltar.