Andalucía
Las quejas de la hostelería: «Una losa más a la mochila, de pagar 640 euros de luz, a 1.340 este mes»
Rafael Acevedo, empresario hostelero de Huelva, cree que su sector es víctima del ‘tarifazo’
Romualdo Maestre
Rafael Acevedo es el presidente de la asociación provincial de bares, restaurantes y cafeterías de Huelva, Bareca. Lleva 22 años en el oficio y nunca había visto una situación como la vivida en la pandemia, «ni en la crisis económica de 2008; somos ... el sector más afectado por el coronavirus, si complicado es sacar un negocio como es la restauración cuando estás al cien por cien, imagínese con un recorte de la mitad», señala Acevedo.
Cuando se le pregunta por la subida de la luz y cómo les influye, Acevedo es contundente. «De pagar el mes pasado 640 euros a 1.340 de factura este. El Gobierno se cree que nosotros podemos regular el consumo dependiendo de las horas, pero una cafetería nada más abrir por la mañana tiene que encender la climatización hasta que cierre; ni tampoco tenemos horas de consumo valle para las freidoras , por no hablar de las cámaras frigoríficas que tienen que estar encendidas todos los días 24 horas, no se pueden apagar para ahorrar».
Rafael Acevedo es muy pesimista sobre la situación actual en el sector, «con la crisis del coronavirus nadie invierte, nadie arriesga, muchos se han quedado ya en el camino y han cerrado establecimientos».
Para el presidente de la asociación, los más perjudicados son los trabajadores y empresarios del catering y los feriantes. «Los de los bares y restaurantes hemos visto algo de luz a finales de este verano, cuando se ha suavizado la mano con el número de comensales y los horarios, no son cifras similares a las de 2019, pero sí algo mejores que las del año pasado que fueros desastrosas, pero sin celebraciones ni ferias , los del catering están al borde del colapso por su total paralización», añade.
Además, según Acevedo, es el sector que más dificultades tiene para encontrar mano de obra adecuada y cualificada: «La mayoría son eventuales, muchos de nuestros trabajadores cuando cerramos los pudimos mandar a un ERTE, pero los de los catering se han buscado la vida en la construcción o en la agricultura y ahora no hay reemplazo».
Acevedo reconoce que los salarios en el sector no son atractivos y que dependen mucho de la temporada y los calendarios con altibajos importantes, por eso les cuesta trabajo encontrar camareros . Cuando se le pregunta por la subida del Salario Mínimo Interprofesional y cómo repercutirá Acevedo cree que será, además, más peso junto con la luz en la «mochila que nos echamos a la espalda», concluye
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