Juan Espadas inicia su campaña con el hándicap de la pérdida de ingresos del PSOE

Por eso encaran este año 2022 como una campaña electoral intensa que durará cuatro, seis u ocho meses, dependiendo de las circunstancias políticas y de la decisión de Juanma Moreno.

El primer mitin de lanzamiento de su candidatura a la Presidencia a la Junta será el próximo sábado en Granada y con la presencia de Pedro Sánchez. Es la tercera vez que el presidente del Gobierno acude a un acto con Juan Espadas desde que ganó las primarias, y no será la última ya que es una de las bazas que pretende aprovechar. Juan Espadas quiere recuperar los 400.000 votos que Pedro Sánchez sacó más que Susana Díaz en Andalucía y necesita también la relevancia pública del presidente del Gobierno.

Pero parten de una situación complicada. Y no sólo política sino económica, fundamental para poner en marcha la maquinaria electoral. La pérdida del poder en la Junta ha supuesto una importantísima merma de ingresos para el PSOE, que se financia como todos los partidos según lo que dicta la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg) y la Ley Electoral de Andalucía.

En este escenario, Juan Espadas tiene que hacer su campaña electoral a la Junta contando nada menos que con 6,6 millones de euros menos de los que tuvo Susana Díaz en 2018, cuando no logró los apoyos suficientes para mantener la Junta. O lo que es lo mismo, con 2,2 millones de euros menos cada año que es lo que el PSOE de Andalucía deja de ingresar cada año desde 2019 cuando Juanma Moreno llegó a San Telmo.

Las cuentas son claras. La principal fuente de financiación del PSOE andaluz es la subvención del Parlamento a los grupos políticos. Y el PSOE ha pasado de tener 47 diputados a sólo 33 lo que en términos económicos se traduce en 802.644 euros menos cada año . Así, el PSOE recibe 3.233.872 euros cada año frente a los algo más de cuatro millones de euros que percibía la legislatura pasada.

A esta cantidad hay que sumar lo que aportan los altos cargos al partido. Según establece la ley y recogen los Estatutos del PSOE (desarrollado por un reglamento que aprueba el Comité Federal y que rige para todas las federaciones socialistas), los altos cargos de las administraciones que tienen un puesto a dedo (son personal de confianza, ocupan un cargo directivo o un puesto de libre disposición), entregan al partido a modo de «donación» una parte porcentual de su sueldo. Sobre este «impuesto revolucionario» ha habido muchas polémicas internas y se ha pasado de cobrar sobre el sueldo bruto al sueldo neto, y de incluir a todos los cargos designados por los gobiernos socialistas a que sólo sean obligatorios para los militantes del PSOE.

El caso es que los altos cargos abonan en torno a un 5% de su sueldo bruto anual. Aquí las cuentas son más difusas pero considerando que unas 800 personas en la Junta (consejerías, empresas públicas, delegaciones del Gobierno y territoriales en las provincias, delegaciones de las agencias públicas en las provincias...) pagaban esta donación al PSOE (de la misma forma que ahora lo hacen al PP y la Ciudadanos si bien la organización interna de cada partido es diferente), el montante anual rondaba los 1,5 millones. Cantidad que ahora no llega a las arcas del PSOE.

A esta falta de ingresos se suma la necesidad de aumentar los actos y encuentros públicos de Juan Espadas y de los principales referentes del PSOE en las ocho provincias, con lo que los gastos aumentan exponencialmente.

Este último año, cuando ha sido la transición entre Susana Díaz y Juan Espadas , es un ejemplo de ello. El PSOE andaluz ha celebrado primarias, con un coste interno, y un Congreso Regional en Torremolinos cuyo coste final es secreto pero que, teniendo en cuenta que ha sido necesario disponer de tres sedes distintas por el Covid, ha rondado los 400.000 euros según las fuentes consultadas por ABC.

También hay que tener en cuenta que el PSOE tiene una plantilla muy amplia de trabajadores. Sólo en la sede regional de San Vicente y en el grupo parlamentario trabajan unas cincuenta personas que cobran sus nóminas como es lógico. Además, en cada provincia, el partido tiene una estructura con personal propio. Y todo ello está fiscalizado por la dirección financiera de Ferraz porque las cuentas del partido están consolidadas. Eso sí. Desde San Vicente explican a ABC que jamás Ferraz ha intervenido sus cuentas, todo lo contrario. Ellos ayudaron cuando el PSOE estaba en quiebra técnica. Hace dos años saldaron su deuda hipotecaria de la sede regional.