Una inversión de cien millones para levantar un gran muro digital en Andalucía

AndalucíaCERT es ahora el pequeño embrión de uno de los mayores proyectos en seguridad digital que se están fraguando en España. A partir de esta primera experiencia, la Agencia Digital de Andalucía —que depende de la Consejería de Presidencia— está dando ahora un salto exponencial para situar a la región como un gran polo de desarrollo para empresas e iniciativas en el sector 'ciber'. El desafío es levantar un muro de seguridad digital en el que también participen ayuntamientos, diputaciones y empresas del sector privado que quieran reforzar sus procesos. Esta estrategia de cooperación público-privada ya está moviendo una inversión superior a los cien millones de euros a corto plazo y servirá para atraer nuevas empresas a Andalucía.

Uno de los pilares del proyecto es desarrollar una nueva infraestructura digital para custodiar los millones de datos que genera la Junta de Andalucía. En este momento toda esa información se almacena en una red dispersa de centros. El Gobierno andaluz está racionalizando y modernizando estos centros que albergan la información administrativa de los ciudadanos, que estará blindada en dos nuevos macrocentros de datos, que requerirán una inversión de 42 millones de euros. Habrá una estrategia híbrida: la información y los sistemas críticos de la Junta estarán en estos centros y habrá otra parte de la información —la menos sensible— que se albergará en lo que se denomina la nube (una red de servidores remotos, para lo que se están estableciendo alianzas con gigantes tecnológicos).

La vigilancia de toda la red y de la información crítica requiere incrementar unas 'fuerzas de seguridad digitales' que mantengan a salvo los sistemas y velen por los derechos de los ciudadanos. La clave es el nuevo Centro de Ciberseguridad que ya se ha creado en Málaga, que multiplica los recursos y las capacidades del AndalucíaCERT que ya funcionaba en Tomares desde hace una década. «Es un cambio cualitativo, pues pasará de proteger una red limitada de organismos de la Junta a crear un gran 'hub' que debe ayudar a todo el sector público y también a las empresas a prevenir y reaccionar frente a estos incidentes que comprometen seriamente los derechos de los ciudadanos», según indican fuentes de la Agencia Digital.

Este nuevo centro de ciberseguridad —ubicado en El Palmeral de las Sorpresas, en el Muelle 2 de Málaga— está moviendo una inversión que ronda los 60 millones. Este importe, unido al desarrollo de los dos macrocentros de datos, suman un desembolso superior a los 100 millones. Una parte de la financiación la aporta la Junta de sus recursos propios y otra provendrá de distintos fondos europeos (como es el caso de los Mecanismos para la Recuperación Europea, que han situado la seguridad informática como uno de los ejes estratégicos). Ahí radica una de las fortalezas de la estrategia: es susceptible de recibir fondos de la UE. A la Junta ya se le han asignado recursos europeos de las ayudas a la recuperación por valor de 2.773 millones de euros (la cifra final rondará los 5.000 millones), y la transformación digital es un ámbito de inversión esencial (en las primeras inyecciones de fondos la Agencia Digital de Andalucía ha ocupado un lugar prioritario con una dotación de 164 millones).

Tanto las infraestructuras como la estrategia para preservar la seguridad de los datos son la base sobre la que debe crecer la digitalización de los servicios públicos y ampliar así la posibilidad de que el ciudadano pueda realizar sus relaciones con la administración a través del móvil. «Si queremos brindar la posibilidad de que haya teleformación o telemedicina, lo primero que debemos garantizar es que esto se realiza en un soporte seguro», sostiene Raúl Jiménez, director gerente de la Agencia Digital de Andalucía.

El nuevo centro de Ciberseguridad aspira a ser también un polo que colabore a atraer empresas y profesionales de la ciberseguridad a Andalucía. «Tendrá dos áreas, una para servir a las necesidades de la propia administración y otra que estará abierta a ciudadanos, empresas y otras administraciones, donde se compartirá información y se dará formación para defender a la sociedad en todos sus niveles».

Es una oportunidad para «incentivar la creación de una industria en torno a la ciberseguridad en Andalucía, posicionar bien a la región para atraer talento en este campo, que se asienten aquí empresas y profesionales, reforzar las capacidades de las compañías andaluzas que ya trabajan en este campo, y que puedan ofrecer estos servicios al resto del mundo».

El Gobierno autonómico ha trazado esta hoja de ruta en la Estrategia de Ciberseguridad de Andalucía, que está abierta a la aportación de todos los actores públicos y privados que tiene actividad en este sector. Entre los objetivos figura aprovechar el potencial de los nuevos actores tecnológicos que se han enclavado en Andalucía. Entre ellos estará, por ejemplo, el futuro centro de excelencia que Google establecerá en Málaga, auspiciado por Bernardo Quintero (fundador de Virus Total y uno de los pioneros en el desarrollo de soluciones de seguridad informática en Andalucía). En el Congreso de Ciberseguridad en Andalucía que se celebró hace tres semanas en la capital costasoleña este empresario señaló que «existe el potencial para convertir a Andalucía en un hub de ciberseguridad internacional: están los ingredientes y los agentes están alineados: la parte pública, la Universidad, las empresas privadas... Lo mejor está por llegar». En este mismo evento, el jefe de Relaciones Institucionales y Estrategia del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), Miguel Ángel Cañada, apuntó que Andalucía tiene «por población, ubicación, recursos y conocimiento» todas las capacidades para desarrollar el ámbito digital, por lo que debe atraer talento en un negocio donde el factor de localización no es fundamental». La Junta también pretende establecer sinergias con otros centros, como la Universidad de Granada, donde la multinacional Indra ha establecido su centro de excelencia en Inteligencia Artificial.

Bernardo Quintero recordó que cuando diseñó su primer antivirus casero, éste identificaba seis o siete virus en 1992. Hoy su empresa detecta 2,5 millones de ficheros al día, de los que más de 500.000 son malware nuevos. Las amenazas son reales, como demuestran los ataques que ha sufrido el Servicio Estatal de Empleo (SEPE), que obligó a retrasar el pago de las prestaciones a los desempleados en plena vorágine de los ERTE que provocó el Covid. Y a ello se le une que la invasión de Ucrania ha constatado que la guerra cibernética es un frente más del que hay que protegerse.