La huella de ETA en las cárceles de Andalucía

Con estos presos tienen que convivir quienes fueron sus víctimas (entre otros) en los años de plomo en los que la organización terrorista mataba un día sí y otro también. Los funcionarios de prisiones eran uno de sus objetivos. ¿Cómo es la relación ahora con los presos de ETA? «La situación con los etarras es fácil», explica el trabajador de una cárcel del Poniente andaluz que prefiere, por seguridad, no dar su nombre .

«Suelen ser tranquilos y no dan problemas. Nosotros los tratamos de forma aséptica y ya. No hay ninguna cordialidad. Cero. Y es mutuo», añade. Este funcionario de prisiones recuerda la no tan lejana época de los tiros en la nuca, de las bombas lapa, del terror: «Es un colectivo que nos ha hecho mucho mucho daño, así que los tratamos con pulcritud: sin concesiones pero sin restarles nada. Si les toca dos horas de patio, les damos dos horas, ni un minuto más, ni un minuto menos. Si hay arroz para comr, eso comen».