Las fresas del mañana podrían venderse por unidades
El 98% de este fruto rojo que se consume en España procede de Huelva, que busca la excelencia frente a sus competidores
Ya se cultivan fresas de 80 gramos por el cruce de semillas y la calidad de su producción
La manijera acerca su móvil a la muñeca de la temporera que porta un reloj plano como una pila de botón. En su esfera hay escrito a mano un número con un rotulador. Automáticamente el sistema carga ‘on line’ el nombre de la mujer marroquí, ... qué variedad de frutos ha recolectado, en qué túnel del invernadero, la cantidad, la fecha y la hora. Máxima trazabilidad en menos tiempo que dura un clic de ratón. Los bidones-papeleras repartidos por toda la plantación tienen escrita la palabra «basura» aparte de en español, en inglés, francés, árabe, rumano y búlgaro . Se busca la fresa perfecta, sin deformaciones, en su punto exacto de maduración, del tamaño del puño de un niño de cuatro años; 80 gramos; para hacerse una idea, entraría con cierta dificultad en un envase de yogur vacío.
El cruce de semillas ha logrado tal tamaño de excelencia que el día de mañana podremos ver comercializada esta fresa, no fresón, por unidades. El fresón siempre es más grande, no acaba en punta sino en abanico y su carne es menos compacta, con un pequeño hueco en su interior.
Sí, son los modernos campos de fresas y frutos rojos de Huelva, que aúnan tecnología, integración extranjera por falta de mano de obra local y calidad frente a cantidad para competir con otros mercados. De allí salen el 98% de las fresas que se consumen en España y buena parte del extranjero.
Todos los años, de diciembre a junio , bajo los invernaderos de plástico que las protegen de sus mayores enemigos, la lluvia y la humedad, se producen aquí alrededor de 250.000 toneladas de frutos. Al principio de la temporada hay muy pocas, se recogen cada cinco días y los precios están por las nubes. A medida que avanza la primavera y se acerca el verano aumenta la producción, ya son dos días entre una recolección y otra. Cerca del fin de temporada, con una oferta grandísima, cuando se pueden comprar por euro y medio o dos un kilo, con el calor apretando —lo que provoca acelerar su maduración—, existe la posibilidad de que ya no merezca la pena recogerlas porque se entra en pérdidas .
Cinco categorías distintas
Eso es lo que quiere evitar a toda costa Manuel Matos, director comercial de Doñana 1998, una empresa puntera agrícola de Almonte. «Trabajamos con cinco categorías de fresas, desde la «súper premiun», a la que tratamos como si fuera un bombón artesano, descansa en horizontal en unos envases patentados en todo el mundo para que no se toquen entre ellas y sangren, hasta la calidad «industria», destinada a mermeladas, compotas o zumos», aclara este empresario. Su máximo objetivo es mantener toda la campaña el mismo coste, de los 12 euros en fábrica el kilo para las de máxima calidad o perfecta a los 30 céntimos para las de mínima que pueden acabar como trocitos en los yogures.
Todos los años hay que echar mano de mujeres marroquíes para la recolección
La fresa es un fruto de una delicadeza extrema. Una vez cortada de la mata puede durar en una cámara frigorífica —entre 7 y 9 grados—, no más de una semana. Romper la cadena de recolección, envasado y distribución es malograr el producto. Dos horas al sol un fruto rojo equivale a perder un día de frigorífico. Por eso los empresarios del sector no pueden jugar con incertidumbres respecto a la mano de obra. Y aquí viene el caballo de batalla. De los entre ochenta y cien mil temporeros que requiere una campaña cada año, el 53 por ciento son residentes en España, nacionales o no. Un 15 por ciento de mujeres marroquíes contratadas en origen y el resto de trabajadores extracomunitarios o que perteneciendo a la Unión Europea, casi todos de antiguos países del Este, algunos de Portugal, no viven aquí. En Huelva, una de las provincias con más paro de España, no hay manos para recoger las fresas. Razones para que esta sinrazón ocurra son varias: el trabajo es duro, seis horas al día y media hora de almuerzo para alcanzar el sueldo mínimo interprofesional . Se avisa con demasiada antelación, en septiembre Trabajo lanza la oferta para la ola fuerte de recogida de fresas que comienza en marzo. Eso es mucho tiempo y coincide además con la Semana Santa y la apertura de terrazas que demandan también empleo. Hay muchos puestos de trabajo vinculados al envasado y la distribución que ya están ocupados por onubenses. Y lo que flota en el aire y nadie quiere hablar para que no paguen justos por pecadores, el PER, que con 25 peonadas ya puedes empezar a cobrarlo.
Estas mujeres marroquíes son muy apreciadas por los empresarios onubenses. Destacan su lealtad y buen hacer
Cada año vienen de Marruecos 15.000 trabajadoras contratadas en su país al que volverán tras la campaña. El año pasado 7.000 de ellas quedaron atrapadas por el cierre de fronteras a causa del Covid. Ahora traen una prueba de PCR negativo en la mano. Estas mujeres son muy apreciadas por los empresarios onubenses. Destacan su lealtad y buen hacer. De los dos viajes de ida y vuelta, ellos pagan uno. Se les facilita también una vivienda digna durante su estancia y una tarjeta sanitaria que cubre todas sus necesidades médicas. Tienen los mismos derechos y deberes que cualquier empleado de la finca y no hay distinción alguna de sueldo por ser mujer. Para ellas y sus familias este trabajo es su asidero que les permite vivir dignamente el resto del año.
Larita Ovich, de Larache , es una veterana en toda regla. Lleva 14 temporadas buscando entre los lomos, así se llaman los montículos de arena recubiertos con un plástico donde se alinean las matas bajo el invernadero, el preciado fruto rojo. Afirma que jamás en todos estos años ha tenido un problema. La carcajada general de sus compatriotas estalla cuando este redactor le pregunta si no le importaría mandar a su hija un año a por la fresa: «No, mejor que venga mi marido», responde. Hay constancia entre los empresarios agrícolas de que muchas mujeres les piden bajo cuerda cobrar una parte en B, cosa a la que se oponen, porque sus esposos ‘escrutan’ a la vuelta sus nóminas. En el polo opuesto por edad se encuentra Alcha Ballot, de 35 años. Es su segunda vez y el WhatsApp le sirve de vínculo para estar al tanto todos los días de lo que ocurre a sus seres queridos en Sidi Kasem, cerca de Kenitra.
Denuncias falsas
El papel de la mujer en los campos de fresas onubenses ha sido motivo de denuncias —la gran mayoría de ellas falsas e interesadas para desprestigiar a la fresa de Huelva—, por abusos laborales y acoso sexual. Para evitar estas campañas y facilitar el trabajo de los extranjeros, la patronal agraria creó en 2018 el Prelsi: Plan de Responsabilidad Ética, Laboral y Social de Interfresa , que es el nombre con el que se agrupan los productores. «Claro que puede haber alguna anomalía», quien habla es el director del Prelsi, Borja Ferrero Alonso ; «¿usted se imagina un pueblo de cien mil habitantes que en siete meses no ocurriera nada malo?, le darían una medalla de oro a su jefe de Policía». Ferrera destaca que en sólo tres años del plan, que no es obligatorio y cuesta un dinero a los empresarios, ampara al 75% de los temporeros. En el programa de trabajo para facilitar la vida de estos trabajadores se sientan todas las partes implicadas y cuenta con el apoyo incluso de la Administración.
La manijera controla mediante un móvil la recolección
Nihad Dahabani, 24 años, lleva en España desde los 11 años y es trabajadora social.Ella forma parte de la plantilla de los 15 consultores de integración del Prelsi que supervisan la campaña. En 2019 se realizaron más de 4.500 visitas ordinarias a las fincas productoras y se formaron a 550 cargos intermedios de empresas. En 2020, como también este, el eje principal es el Covid, formas de prevenirlo y pautas de conducta en el trabajo para crear ambientes seguros. Por lo pronto, han desaparecido los comedores que se instalaron bajo los toldos . Dahabani sostiene que su función principal es que «las temporeras se sientan como si estuvieran en su casa, ayudarles en las tareas rutinarias, abrir una cuenta en el banco o acompañarlas al médico». La fortaleza de estas mujeres es de tal naturaleza que algunas de ellas han dado a luz trabajando. Aziz Mazaz Haradi, de 50 años, lleva tres como consultor y vive en España desde hace 18. Nos habla de que muchas de las consultas médicas que realizan es por enfermedades crónicas o trastornos que ya traían de Marruecos, como la diabetes, el asma o simplemente una contracción muscular por haber cogido frío en el campo. Borja Ferrero interviene en la conversación para destacar el acuerdo al que han llegado con Caja Rural para que se les cobre una comisión mínima de 30 euros por abrir y cerrar las marroquíes sus cuentas. Este año también se ha puesto en marcha un programa para formar a menores inmigrantes no acompañados en tareas agrícolas.
Los cultivos hidropónicos, sin tierra, en estanterías corridas donde las plantas van sobre agua y un aporte de turba y perlita para que enraícen, son ya una realidad
Que no hay que bajar la guardia y buscar la mejora constante del producto viene determinado porque las 3.000 horas solares de luz al año en Huelva o sus magníficas tierras para este cultivo ya no son una exclusiva. Los cultivos hidropónicos, sin tierra, en estanterías corridas donde las plantas van sobre agua y un aporte de turba y perlita para que enraícen, son ya una realidad en muchos países. Francia no es que solamente produzca ya 60.000 toneladas , es que son especialistas en hacer campañas para que solamente se compren productos nacionales. Italia alcanzará este año a las 30.000 y sin llegar a los extremos de Huelva, concentra la mitad de las mismas en las regiones de Basilicata y Campania. Nuestra vecina Portugal ronda las 10.000.
El retraso del frío
A las seis de la mañana el director comercial de Doñana 1998 está ya mirando los pedidos pendientes que no han podido salir por el retraso producido este año por las lluvias y el frío. Cuando amanece se pasea por los túneles para ver la polinización de sus plantas y comprobar si los faldones de los invernaderos que mandó levantar para que airearan el exceso de humedad ha surtido efecto. Nadie le ha regalado nada. En máxima producción hay hasta 700 personas trabajando. Sabe que para ser competitivo hay que innovar. Él mismo fabrica las cajas de cartón para sus fresas y ya está pensando en qué productos serán los alternativos a las láminas de plástico de las tapas para hacerlas biodegradables. Acaba de despachar un palé entero para el restaurante de Martín Berasategui. Dentro de unos meses habrá que desmontar todo los invernaderos, desinfectar el campo y prepararlo para el año que viene. ¿Alguien oyó hablar de deslocalización? Sin fresas no hay paraíso. Al menos terrenal.
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