Francisco Ferraro: «La divergencia con la UE ha aumentado tanto con la crisis como sin ella»

-¿Se ha sacado todo el partido a la riada de fondos estructurales que ha recibido Andalucía de la UE?

-No conozco con detalle las inversiones como para hacer una valoración. La entidad correspondiente de la Comisión Europea realiza este tipo de evaluaciones. Lo que sí puedo decir es que si los fondos de cohesión están pensados para favorecer la convergencia de los países de la UE, en el caso de Andalucía no se ha producido esa convergencia sino una divergencia con Europa. Los resultados agregados en términos de PIB regional per cápita y nuevo modelo productivo ponen de manifiesto que no hemos experimentado un desarrollo. La divergencia regional en renta per cápita ha aumentado tanto en los años de la crisis como después, con la recuperación. En el PIB regional per cápita estamos cayendo desde el año 2007 en relación a España, según los datos del INE. Aparte, somos una de las regiones con mayor paro de España y de Europa. La inversión productiva también es muy baja y éste es un elemento capital porque si la gente no invierte no se crea actividad económica.

-¿Qué modelo productivo impera en Andalucía?

-Nuestro modelo productivo se basa en actividades de bajo valor añadido y poco sustentadas por tecnologías innovadoras. Está basado en su mayoría en trabajo escasamente cualificado. Como consecuencia, el empleo que se crea es temporal y poco remunerado, por lo que su capacidad de demanda es más limitada. Nosotros apostamos mucho por el turismo y está muy bien, pero tiene un carácter muy temporal y muchas personas se quedan en paro cuando acaba la temporada. No ocurriría esto si tuviésemos una estructura de empleo más cualificada, sobre todo teniendo en cuenta que trabajamos en mercados globales donde se compite con innovación o con el bajo precio de la mano de obra, pero no se puede bajar el salario permanentemente.

-El informe sobre cohesión económica, social y territorial presentado esta semana en Bruselas indicaba también la baja calidad del Gobierno en Andalucía y lo relacionaba con la eficiencia para aprovechar la inversión pública, incluida la comunitaria. ¿Hacen falta reformas?

-Se han hecho pocas reformas. La reforma estructural tiene que empezar por la reforma del sector público, por hacerlo más útil y estimulante para la actividad privada.

-¿Qué puede hacerse para acortar la brecha con las regiones más ricas?

-Los procesos son muy complejos. No hay ninguna fórmula mágica para convertir a Andalucía en una región más desarrollada. Hay que mejorar la formación profesional, pensar que en lugar de tener a más gente trabajando, sería deseable tener un sistema más incentivador de la innovación. Sobran, por ejemplo, estudiantes universitarios y falta mano de obra bien cualificada en la formación profesional. También falta gente que sepa idiomas, con experiencia en la gestión de empresas internacionalizadas. En Andalucía las empresas que tenemos son pocas y además muy pequeñas. Luego está el capital productivo. Quien tiene dinero invierte poco. Además tenemos que incorporar las nuevas tecnologías.

-¿La cultura de la subvención ha limitado el crecimiento económico?

-Hoy en día, por suerte, hay un sistema que ha permitido proteger a sectores marginados de la sociedad, aunque nunca es suficiente. Pero, al mismo tiempo, algunas personas, muchas, tienen la habilidad de proveerse con estos sistemas de protección para tener una calidad de vida suficiente y no encuentran ningún estímulo para esforzarse.