Bares, compras, viajes... Confusión entre los andaluces sobre las normas por el coronavirus

Con la llegada de los primeros calores, la Junta de Andalucía advirtió al Gobierno de que en la comunidad, pasear a los niños en las horas centrales del día podía ser una tortura. El Ejecutivo de Pedro Sánchez entendió la queja y pidió una propuesta de la comunidad, que el Gobierno de Juanma Moreno remitió la pasada semana. No hay respuesta.

Pero hay más, porque el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció que, en la fase 2, se podrían cambiar las horas de salida, cuando en realidad la apertura de tiendas y bares o las visitas a familiares y amigos justificaría la salida a cualquier hora ya en fase 1. Una norma, dos posibles cambios sin confirmar... Y sigue, si la pareja va a cenar a la terraza de un restaurante ¿qué pasa si la cena se alarga más allá de las 12 de la noche? En teoría no están en horario, podrían justificarlo con la cuenta del restaurante , pero en caso de no tenerla quién va a poner en duda que vienen de estar en casa de unos amigos.

También en cuanto a paseos y visitas las diferentes normas le generan dudas. Como tienen cuatro hijos y solo se permite pasear a un adulto por cada tres niños, deben pasear cada uno con dos hijos por separados a pesar de ser una misma familia... ¿por qué en el bar se pueden sentar juntos? Tampoco entienden que, si en vez de ir al bar fuesen a visitar a alguien a su casa, puedan juntarse allí sin problemas (no deben, pero nadie se lo reprocharía).

Este matrimonio está confuso porque el laberinto de normas, regulaciones y directrices desde que se implantó el estado de alarma complica su día a día. Y eso que aún no han pensado en las vacaciones. Ambos tienen 15 días en julio y una casa en la playa. Pero no saben si podrán ir. Dependerá de si tanto Sevilla como Huelva, donde veranean, están en la fase «de nueva normalidad», como la llama el Gobierno.

Lo absurdo es que esa duda no la tenga una familia de Noruega que pudo llegar ayer a la Costa del Sol a disfrutar de sus vacaciones asegurando que cumplirá una cuarentena. Desde ayer se retomaron los vuelos internacionales a Andalucía - vía Sevilla y Málaga - y también reabrieron al tráfico internacional de pasajeros los puertos. Ahora mismo es más fácil ir a la Costa del Sol desde Berlín que desde Granada (no está permitida la movilidad interprovincial). Un granadino no puede pasar de provincia y aislarse (hasta ayer ni siquiera un malagueño de la capital podía ir a su apartamento de Marbella) pero un berlinés puede coger un vuelo y pasar unos días en su casa marbellí.

La maraña normativa que ha ido creándose en torno a las fases de desescalada del confinamiento provoca casos como que los comercios de hasta 400 metros cuadrados -o limitados a ese espacio- puedan abrir ya en provincias como Sevilla, que están en la fase 1, pero no las tiendas que, midiendo eso y con salida a la calle, están en un centro comercial.

Otra cuestión incomprensible: el fútbol. Alemania ya ha reanudado su liga. Los jugadores se rozan todo el rato: marcajes, faltas, empujones... Pero ojo, nada de abrazarse para celebrar un gol, han impuesto los germanos. Eso está prohibido. Aun cuando, tras dos test de coronavirus, los jugadores que están en el campo saben a ciencia cierta que no están contagiados.