Una defensa por decreto del cielo andaluz para evitar la contaminación lumínica

El 82% del territorio andaluz dispone de cielos con oscuridad suficiente para apreciar la Vía Láctea, según informó ayer la consejera de Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo. El problema es que este privilegio sólo está al alcance del 17% de la población, que habita en las zonas más aisladas de las grandes aglomeraciones. Como la contaminación atmosférica o la acústica, los expertos señalan que la lumínica tiene efectos negativos en los ecosistemas, en muchas especies de animales e incluso en la salud humana.

El reglamento en el que ya ha empezado a trabajar la Consejería de Desarrollo Sostenible pretende prevenir, minimizar y corregir los efectos de la luz artificial hacia el cielo nocturno, preservar las condiciones naturales de oscuridad en beneficio de los ecosistemas, promover el uso eficiente del alumbrado y reducir la «intrusión lumínica» en zonas distintas a las que se pretende iluminar, especialmente en entornos naturales y en el interior de edificios residenciales. Además, se busca salvaguardar la calidad del cielo, facilitar la visión del mismo y también contribuir a la lucha contra el cambio climático en la comunidad autónoma. El Ministerio de Industria, a propuesta del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía , también prepara su propio reglamento sobre el alumbrado público con el fin de actualizar la norma en vigor, de 2008, y que mejore la eficiencia energética.

Estas inversiones verdes tienen prioridad en el Plan de Recuperación frente a la crisis del Covid-19 que ha presentado el Gobierno español en Bruselas para recibir hasta 140.000 millones de euros. Esos fondos europeos servirán para impulsar acciones como la movilidad eléctrica, la implantación de renovables, la rehabilitación de viviendas para hacerlas más eficientes o la recuperación ecológica.

Con la vista puesta en este dinero que vendrá de Europa, la Junta de Andalucía impulsará inversiones destinadas a ahorrar energía en toda la comunidad y, especialmente, por parte de los ayuntamientos. Busca mitigar los efectos nocivos de la contaminación lumínica, sobre todo de la luz azul , que resulta ser la más dañina.

Este reglamento responde también a una aspiración histórica de los observatorios astronómicos ubicados en Andalucía, especialmente por los de Calar Alto y Sierra Nevada, ambos de carácter internacional y de elevado interés científico. Prevé facilitar el trabajo de estas instalaciones, que serán declaradas como puntos de referencia, ya que se definirán las zonas de máxima afección en su entorno y se fijarán limitaciones de iluminación .

Todas estas medidas forman parte de la llamada «revolución verde» que Juanma Moreno (PP) prometió cuando llegó a la Presidencia de la Junta. El dirigente andaluz convirtió la lucha contra el cambio climático en uno de los ejes de su discurso, cogiendo una de las banderas tradicionales de la izquierda para marcar un perfil centrista.