Javier Romero: «El impacto económico de la pandemia causará más daño emocional que el sanitario»

¿Cómo ha afectado el aislamiento físico, el miedo o la pérdida económica a la salud mental?

El aislamiento físico es muy preocupante en las personas mayores porque necesitan de los estímulos afectivos y debido a su fragilidad a nivel cognitivo. Ha sido muy dañino para ellos en las primeras olas de la pandemia. Para el adolescente es fundamental tener su pandilla para construir su identidad. En los niños es una cuestión mixta: no pesa tanto la identidad como en los adolescentes pero necesitan esas salidas y jugar con otros niños.

¿Cómo se abordan estos problemas por los especialistas?

Lo fundamental es eliminar el factor que les hace daño. Los colegios han funcionado muy bien, han sido un elemento de prevención importante. Igual que lo son los ERTE a nivel económico. En los adolescentes el mejor tratamiento es la vuelta a la rutina. Nuestro trabajo consiste principalmente en ayudarles a salir de la desesperación.

¿La rutina cura?

Sí. La rutina calma y marca el orden en el día a día. Sin ella nos desorganizamos y la desorganización es una fuente de ansiedad.

El Covid nos ha privado de los besos y abrazos y ahora reparamos en que son vitales para la salud mental.

Las personas necesitamos de vínculos afectivos. Cuando se han cortado por obligación, tenemos dificultades y lo pasamos mal. Claro, estamos hablando de vínculos saludables. Esto que siempre se ha sabido a nivel teórico también lo vemos ahora a nivel práctico. Necesitamos la relación con los demás para sobrevivir emocionalmente y ahora quizá somos más conscientes porque hemos estado separados por obligación. Estamos hablando de besos, abrazos o simplemente de un ‘buenos días’ en el ascensor. Todos los niveles son importantes.

¿Qué porcentaje de la población puede desarrollar algún tipo de patología mental debido a la pandemia?

Todavía es pronto para saberlo. Partimos de entre el 3 y el 5 por ciento de la población en condiciones estándar. Supongo que aumentarán los problemas adaptativos. Lo más llamativo es cómo están creciendo en los jóvenes.

¿Los adolescentes son el grupo más vulnerable en esta crisis?

Al principio había personas más vulnerables en las residencias de mayores, a las que el aislamiento les produjo problemas de carácter cognitivo y afectivo. Ahora hay más cuidado y eso lo vemos menos. En los adolescentes se está construyendo su identidad. El grupo y la pandilla son fundamentales para ellos. Los medios virtuales no pueden sustituirlos, por lo que ese edificio que se está construyendo se desestabiliza con la ansiedad. Les causa un bloqueo y se hacen cortes como forma de control de esa ansiedad.

Han aumentado las consultas de psiquiatras y psicólogos sobre casos de autolesiones y tentativas suicidas entre adolescentes. ¿Es lo que más le ha llamado la atención?

Lo que más me ha llamado la atención es el aumento de tentativas suicidas entre adolescentes. Una vez que ha vuelto a una cierta normalidad también estamos detectando más intoxicaciones por drogas debido a las salidas para divertirse. Lo de los adolescentes ha sido una sorpresa para todos. Muchos de los que vienen con tentativa suicida realmente no tienen la idea de quitarse la vida. Esto habría que matizarlo. La persona que se hace un corte no quiere matarse sino que busca salir de la desesperación a través del dolor. Es una paradoja pero emocionalmente tiene un sentido. Es una mala manera de tratarse la ansiedad.

¿Ha llegado a saturarse el sistema asistencial de Salud Mental?

Nuestras consultas ahora mismo están bastante saturadas. La atención ambulatoria representa la mayor parte de la actividad asistencial y está muy alta. Todo el equipo comunitario de nuestra área está al límite en las esperas para consulta. Todavía no lo tenemos evaluado, pero estamos hablando de un aumento por encima del 30% de derivaciones a las consultas. Sobre todo hay demanda de atención psicológica. Antes teníamos a lo mejor 20 días de espera y ahora llegamos a 60.

¿Cuánto tiempo se tardará en superar esta crisis a nivel psicológico?

La salud mental va pareja a la situación social. Habrá que ver cómo se recuperan la economía y los trabajos para ver cómo se superan los aspectos emocionales. Todavía hay muchos ERTE. Hasta el año que viene no tendremos una visión más global.

¿Qué va a causar más daño el impacto sanitario o el económico?

Yo me atrevería a decirle que el económico. Afecta a mucha más gente que el Covid-19, a menos que se trate de una patología grave. La situación socioeconómica tiene una repercusión fundamental a nivel emocional. Uno de los objetivos que tenemos con los pacientes que tratamos es que recuperen la funcionalidad y el trabajo.