Andalucía, bajo la amenaza de la cuarta ola, calca los datos de coronavirus tras la Navidad

Esta repetición es un mal augurio. Tras la Navidad, donde se relajaron las medidas para facilitar la celebración de esas fechas, llegó la tercera ola de la pandemia. La más mortal hasta el momento y la que ha alcanzado cotas más altas de contagios. Se llegó a casi 8.000 positivos diarios y, durante más de una semana, a más de cien muertos por jornada.

Los hospitalizados también están en cifras casi iguales. Si en Navidad se bajó a unos mil ingresados por coronavirus -cifra que luego subió hasta casi 5.000-, ahora la cifra de hospitalizados es casi igual que entonces, mil. ¿Se volverá a multiplicar por cinco en poco más de un mes como pasó a primeros de año?

Sin embargo, las condiciones de entonces no son las de ahora. Aunque desde la Junta reconocen que las cifras crecen en lo que parece ser el preludio de la cuarta ola, el crecimiento de casos no es tan notable ni pronunciado como a primeros de enero.

Hay más señales que diferencian ambos hitos. En Navidad la relajación de las medidas fue mayor que ahora. Se permitía la movilidad interprovincial y, además, la comunidad estaba abierta para entradas y salidas. Ahora ambas cuestiones están vedadas. La hora del toque de queda era mayor entonces y las reuniones, más aceptadas. Sobre todo los días señalados de la Navidad. Eso no ha ocurrido ahora

El cierre perimetral, además, evita la propagación de las nuevas cepas, aseguran desde la Consejería de Salud . De esa forma se busca que las mutaciones, más contagiosas que la versión original del Covid-19 contengan su expansión.

Además, la vacunación sirve para construir un dique contra la nueva ola de la pandemia. De momento no es muy elevado -solo el seis por ciento de la población está inmunizada -, pero ese muro crece día a día y se espera que tome más altura en el mes de abril, cuando se debe multiplicar la llegada de dosis.

Pero hay elementos que mantienen el peligro vivo. Uno de los más notables son las nuevas cepas del coronavirus. Hasta cinco se han detectado ya en Andalucía. A saber: la británica, la de Uganda, la de Ghana, la sudafricana y una nueva sin nombre que la Consejería de Salud confirmó la pasada semana.

A eso se suma la relajación de algunas normas. Aunque el nivel no es el mismo que en Navidad, los viajes a segundas residencias y las escenas en algunas zonas de ocio parecen poco compatibles con un momento tan clave como este para evitar la cuarta ola de la pandemia.

Con esos mimbres a favor y en contra toca componer cómo será el cesto de la cuarta ola. Y, ¿qué dicen desde la Junta? Fuentes del Gobierno andaluz dan casi por segura la llegada de la cuarta ola. La duda es cómo será. Lo definió mejor que nadie una periodista en el turno de preguntas al presidente de la Junta, Juanma Moreno, la semana pasada. «¿Será un tsunami como la tercera ola o será orillera y leve?», preguntó.

Desde Salud prefieren no aventurarse sin datos. Tampoco el presidente de la Junta se mojó sobre la intensidad de la ola. Pero sí que indican que tanto los cierres perimetrales como la campaña de vacunación pueden dejar esta cuarta ola en algo mucho más leve que la tercera.

Sin embargo, eso depende también en gran medida de la responsabilidad de todos. De ahí el que desde la Junta pidan insistentemente responsabilidad y prudencia a los ciudadanos. Evitar aglomeraciones, reuniones de varios núcleos de convivientes, desplazamientos innecesarios... «Quedan ocho o diez semanas duras», advirtió Moreno la pasada semana. Aguantado lo más pesado, más de un año de pandemia, dos meses parecen menos duros para ver cambios reales en la pandemia y reducir el impacto de la cuarta ola.