Los contagios de Covid en Andalucía se disparan a cifras de abril en una sola semana

Si en los últimos siete días de julio Andalucía reportó 766 contagiados, solo desde el 1 al 6 de agosto —es decir, en una jornada menos—, ya se han anotado 1.196 casos, 430 más. La penúltima semana de julio fueron 598 los positivos detectados. Y la semana anterior, 346 contagiados. En menos de un mes los contagios semanales se han multiplicado por tres.

La comunidad alcanzó ayer otro récord: 316 nuevos casos positivos en solo 24 horas, cifras que no se veían en Andalucía desde abril, cuando la población estaba confinada. A eso se suma el que la comunidad lleva nueve días sumando más de cien contagiados diarios.

Las autoridades sanitarias debaten ahora si lo que vive la comunidad y algunas partes del resto de España es ya la segunda ola de esta pandemia o si siguen siendo focos localizados;si hay transmisión comunitaria o se pueden rastrear los contagios.

La respuesta no es fácil, aunque en comunidades como el País Vasco su consejera de Salud, Nekane Murga, alertó ayer de que, con 338 nuevos contagiados en un día, la comunidad está ya inmersa en la segunda ola.

En Andalucía, sin embargo, hay zonas como Huelva o Cádiz, donde los focos de coronavirus están localizados y son en su mayor parte microbrotes de tipo familiar. Pero luego hay grandes zonas calientes, en gran medida vinculadas al ocio nocturno y los jóvenes donde unos pocos focos concentran decenas de casos.

Es lo que ocurre en Córdoba, donde una fiesta de fin de curso ha alcanzado los 117 contagiados. Y sucede igual en Almería, donde hay un brote de 68 positivos hasta ahora que tienen su origen en tres discotecas de Mojácar. Lo mismo en Sevilla, donde una fiesta familiar en Montellano ha dejado por el momento 44 personas con Covid-19.

Según destacó ayer la Junta, el trabajo de los rastreadores —más de 8.000 trabajan en Andalucía buscando a posibles contagiados— está funcionando y prueba de ello es que la mayoría de los brotes tienen menos de diez contagiados. Eso quiere decir que se atajan a tiempo, antes de que el virus alcance a más personas. A pesar del trabajo de los rastreadores, Andalucía ha pasado en dos semanas de reportar en torno a 50 casos diarios a más de 300. De tener menos de 50 brotes a más de 80. De sumar cero ingresos en el hospital a que se cuenten por decenas los nuevos pacientes.

Desde la Junta no ocultan su preocupación por la situación, especialmente la que se vive en Almería. Allí suman los contagios de cien en cien desde hace días y mantienen una decena de brotes activos. También despunta Málaga con 23 brotes activos y Sevilla, que tiene 19. Según el consejero de Salud, Jesús Aguirre, el oriente andaluz le quita especialmente el sueño «con un aumento de casos acumulados por encima de la media de resto de la comunidad», aunque señalo ayer que tienen «una buena capacidad de detección precoz y un volumen de camas muy pequeño ocupado por pacientes Covid».

El acelerón que han dado los contagios de coronavirus es algo que se podía esperar. El aumento de la movilidad propio del verano y el fin del confinamiento es terreno abonado para que se disparen los brotes y nuevos casos y agosto es, de lejos, el mes por excelencia para coger vacaciones. El aumento de acceso a las segundas residencias, el mayor número de viajes dentro y fuera de Andalucía, la llegada de los primeros turistas... Todo ello ha contribuido a que, desde que arrancó agosto, Andalucía haya vuelto a cifras de contagios que no se veían desde el pasado mes de abril.

En todo caso, el alto número de casos que se reportan desde hace más de una semana en Andalucía tiene un impacto a largo plazo. Una suerte de efecto dominó del que aún queda por ver su peor cara:los ingresos en el hospital y las muertes.

Al igual que los contagios se han disparado, las hospitalizaciones han seguido el mismo camino. Así, en menos de una semana, se han doblado la cifra de andaluces que han necesitado de asistencia sanitaria. Y eso ha ocurrido tanto en planta como en UCI.

Las cifras de presión hospitalaria, aunque muy lejos del pico de presión que se dio en Andalucía a finales de marzo, cuando había 2.708 personas ingresadas, 438 en la UCI, crece sin freno hace días. La comunidad llegó a tener 33 personas hospitalizadas el pasado 16 de julio —el mínimo histórico— y solo cuatro personas en la UCI el 28 del mismo mes.

Esas cifras están muy lejos ahora. Andalucía registraba ayer 97 hospitalizados, 16 de ellos en cuidados intensivos. Son el doble que hace una semana y, además, la cifra crece a razón de diez ingresos diarios.

En ese efecto dominó (más casos son más ingresos; más ingresos son más UCI) hay un tercer escalón. El más triste. Un incremento de hospitalizados es proporcional al aumento de fallecidos. De hecho, en la última semana han fallecido en la comunidad cuatro pacientes con coronavirus cuando en las dos anteriores solo había muerto una persona en toda Andalucía.

Según señalan los espertos, el coronavirus tiene un periodo de incubación de dos semanas. Cuando alguien se contagia, tarda al menos una semana en estar tan grave como para necesitar de un hospital. Y luego pueden pasar otras dos semanas hasta que llega a la UCI, a lo que hay que sumar otros diez días o más para ver si el enfermo fallece. En total, más de un mes. Por eso los datos que hoy se ven en los hospitales son, en realidad, una foto de primeros de julio. De esta forma, es de esperar que sigan creciendo los hospitalizados, los ingresados en UCI y los fallecidos en las próximas semanas, reflejo del incremento de casos posterior.

A falta de una vacuna, cuya fecha de lanzamiento es aún incierta, el coronavirus seguirá circulando. Pero lo hará, indican los sanitarios, en función de cómo los ciudadanos se lo permitan. Si se aplica la distancia social, el lavado de manos, el uso de mascarilla y, además, se evitan aglomeraciones, el acelerón de nuevos casos aún se puede mitigar.