La consejera de Cultura descarta despidos porque «hay que dar una oportunidad» a los trabajadores

En una entrevista concedida a Europa Press, ha recordado que el informe de la auditoría ha establecido ya unas conclusiones «muy claras», entre las que se encuentran que la agencia «no estaba bien estructurada, tenía un gran déficit a la hora de funcionar porque había mucha duplicidad de funciones, los departamentos no estaban bien estructurados o problemas también con el presupuesto, que hacía que no hubiera la posibilidad hacer una programación continua porque se modifica permanentemente».

Todas estas conclusiones, ha señalado, « nos han llevado a modificar los estatutos para restructurar la agencia con unos servicios transversales bien definidos que den servicio a toda la agencia como son las secretaría general y la gerencia, y a partir de ahí hemos establecido cuatro direcciones generales -flamenco, letras, música y artes escénicas y artes visuales- que aglutinan todas las disciplinas y todos los talentos».

Del Pozo ha explicado que «reorganizarán» los efectivos de la agencia en estas cuatro áreas porque «gran parte de los motivos por los que personal está muy desmotivado es no tener una función clara», de modo que «una vez que cada uno tenga claro a qué dirección pertenece, de dónde depende su departamento y se establezcan unas líneas de trabajo y una programación concreta anual, estoy convencida de que eso va a funcionar infinitamente mejor».

Por tanto, «ahora mismo no me puedo plantear despidos» porque «hay que dar la oportunidad a las personas que están dentro de que trabajen con esta organización», ha abundado la titular de Cultura, que ha añadido que «si en este camino aparecen determinadas personas que no trabajan o han entrado de una forma irregular, evidentemente no lo voy a consentir».

«Todo eso se irá detectando poco a poco, pero a priori tengo una buena percepción de los profesionales de la agencia, donde hay gente buenísima que trabaja muchísimo», así que «ojalá con esta nueva estructura vaya como un tiro» porque «no quiero despedir a nadie», aunque, incide, hay situaciones que «no voy a consentir por respeto también a los andaluces, porque esto es dinero público; no es mi dinero ni el de la consejería, es dinero público ».

«La agencia cuesta cerca de 30.000.000 al año y está para dar servicios, para que cada euro que se invierte en ella repercuta en los andaluces, de modo que no nos podemos permitir que mientras unos trabajan a destajo para que esos euros se multipliquen por diez, haya otros que estén pensando en las musarañas». «Eso sí que tienen que estar preocupados», concluye.